Más de un año después de la aplicación del estado de alarma y confinamiento obligatorio en marzo de 2020 ocasionado por la inesperada pandemia de coronavirus, muchos pequeños comercios del barrio más exclusivo de la capital de España siguen sin levantar cabeza, soportando la falta de turistas extranjeros, la renegociación de sus contratos de alquiler y, sobre todo, la ausencia casi total de clientes.
"Todo da mucha pena", comenta Patricia Muñoz, encargada de una tienda de ropa de Claudio Coello, una de las calles con más renombre dentro de la llamada Milla de Oro, en pleno corazón del barrio de Salamanca en Madrid. "Después de volver a trabajar tras el ERTE la sensación era miedo y contradicción. Entraba la gente y, en el fondo, tampoco querías que entrara por miedo", recuerda Patricia mientras dirige una mirada de esperanza a la puerta del establecimiento. Según la inmobiliaria Real Estate durante estos meses de pandemia las calles comerciales más importantes del Barrio de Salamanca han experimentado muchos movimientos en dos sentidos: cierre de tiendas, pero también aperturas de nuevas tiendas tras el ajuste de rentas producido por esta situación, con una tasa de disponibilidad que ha llegado a niveles históricos, concretamente Claudio Coello, del 10%, cuando lo habitual se sitúa en el entorno del 2-3%.
Real Estate también indica que las rentas de los locales vacíos se han ajustado entre un 13-17% a la baja dependiendo del tamaño, configuración y los metros de fachada.
La baja afluencia de cliente local y la reducción del 100% del turista extranjero ha ocasionado que sean más visibles los delitos de robos y el tránsito de carteristas por la zona. Según Patricia Muñoz, de uno de los comercios de Claudio Coello, "estamos notando mucho la bajada de clientes y que, además, se ve mucha más gentucilla, muchos carteristas y robos de coches te los puedes encontrar fácilmente", asegura. Son casi las dos de la tarde y Patricia comenta resignada: "Hoy solo han entrado una mujer y tú".
Los robos son una de las mayores preocupaciones actuales en este lujoso barrio madrileño. Fernando López, de la zapatería Crownhill Shoes, asegura que desde que se ha reabierto la tienda "han empezado a aumentar los robos, de hecho, cogimos aquí a un ladrón in fraganti", relata el propietario de la tienda, que en el último año ha gastado más que nunca en seguridad.
Fernando también hace hincapié en la falta de clientes "desde que hemos reabierto se nota que la gente tiene mucho miedo. Al principio nos llamaban para preguntar cuáles eran las horas de afluencia de menos público para venir en persona" asegura. En este sentido, la falta de clientela local y extranjera ha ocasionado cierres dramáticos en su misma calle. "Aquí al lado nuestro una joyería familiar, de toda la vida, ha cerrado. Eso da mucha pena".
Claudio Coello, Lagasca y Hermosilla son tres de las calles más castigadas por la crisis ocasionada por la pandemia, donde la moda sigue siendo predominante, pero al mismo tiempo han protagonizado muchas transacciones según Real Estate, sobre todo en lo que llevamos de año, al tratarse de barrios consolidados con una oferta comercial que recuperará su atractivo.
Jose Manuel, encargado de la tienda Suitman asegura que "desde que dejaron abrir en mayo después de lo más gordo de la pandemia, hemos notado mucho la poca afluencia de público turista extranjero" algo que unido a la imposibilidad de disfrutar de un horario completo para el ocio tanto diurno, como nocturno y el teletrabajo "nos ha afectado bastante para las ventas".
Preguntado por el aumento de delitos de robo en el barrio, José Manuel se siente seguro, entre comillas: "No hemos tenido ninguna mala experiencia con el tema de los robos, aunque el otro día sí estuvo un policía de paisano vigilando en la tienda de enfrente a dos sospechosos".
Ocupación, compraventa y alquiler
Según los datos que aporta Eugenio Gallego Ortiz, Director de Retail Engel & Völkers Commercial en Madrid, "lo que ha sucedido respecto a 2019 es que con la pandemia y el confinamiento las facturaciones se vieron reducidas en porcentajes muy elevados" (en confinamiento al 100%, y tras el confinamiento 60%-70%-80% en función de la tipología del negocio, y el tramo de restricciones).
El especialista de Engel & Völkers confirma que muchos propietarios con locales en buenas ubicaciones, como puede ser en la calle Serrano, Claudio Coello o Lagasca, "han preferido esperar a que el mercado se estabilice, para arrendar su local, y de esta manera bajar poco o muy poco los niveles de renta", revela. "Es por ello que hoy en día nos encontramos carteles de locales disponibles en plena calle Serrano, lo que hace unos años era impensable. No daba tiempo a verlos".
¿Han bajado los precios de compraventa?
Hoy en día, las marcas que vemos a pie de calle no suelen ser propietarios de los locales, sino que lo son fondos de inversión, patrimoniales, propietarios privados o family office.
Estos inversores intentan maximizar la rentabilidad sobre una inversión segura. Si los niveles de renta caen, porque el operador no factura lo necesario para hacer frente al pago de la misma, inevitablemente el precio de los locales bajará.
En cuanto al alquiler, según el análisis de Engel & Völkers "las buenas ubicaciones no se han visto tan resentidas: Lo que sí nos encontramos es un ajuste de precios, ya que las rentas en locales prime estaban en algunos casos por encima de mercado". En este sentido las previsiones de esta inmobiliaria son esperanzadoras: "Pensamos que poco a poco el mercado irá estabilizándose. Ahora hay marcas que están aprovechando la situación para hacerse con ubicaciones que, en otro momento, habría sido muy complicado, y costoso" asegura Eugenio Gallego .