El absentismo laboral sigue consolidándose como uno de los principales problemas que enfrentan las empresas españolas, con un impacto directo sobre los costes, la productividad y la competitividad de nuestro sector privado. Así lo pone de manifiesto el último informe del servicio de estudios de Randstad, en el que se evalúa la evolución de este indicador en los últimos meses.
El informe toma como referencia la Encuesta Trimestral de Costes Laborales que elabora el Instituto Nacional de Estadística y que desglosa las cifras de actividad por sectores y comunidades autónomas. A partir de estas cifras se presentan dos estimaciones: las del absentismo por incapacidad temporal y las de otras ausencias, a menudo no justificadas.
Las cifras analizadas por Randstad revelan que el absentismo ya supone la pérdida del 5,3% de las horas pactadas, lo que significa que, en promedio, cada día se producen un millón de bajas por una u otra cosa. Para ser precisos, el promedio de ausencias por incapacidad temporal asciende a 788.000 por jornada, mientras que el absentismo por otros motivos llega a 234.000 personas al día.
El análisis regional presentado por Randstad muestra importantes diferencias. En País Vasco o Aragón se alcanzan niveles más elevados, del 6,7% y el 6,1% de las horas pactadas, mientras que en La Rioja (4,6%) o Comunidad Valenciana y Madrid (4,9%) se registran porcentajes más reducidos.
Si separamos las bajas por incapacidad temporal, vemos que País Vasco también lidera el ranking autonómico.
Entre los doce sectores con menor absentismo aparecen apartados como la construcción de edificios, la programación informática, las actividades de I+D, las telecomunicaciones, las ocupaciones de arquitectura e ingeniería o los trabajos dedicados a la contabilidad o el mundo jurídico. Todas estas ramas de actividad no llegan al 3,5% de horas perdidas.
En cambio, los niveles más altos están en aspectos como las actividades sanitarias, los establecimientos residenciales, los servicios a edificios y las tareas de jardinería, la recogida y tratamiento de residuos, las actividades postales y de correos, la fabricación de vehículos, la industria pesada o la Administración Pública.
El caso de las Administraciones Públicas es, quizá, el más llamativo de todos, por todo lo que entraña el hecho de que dicho sector, cuyos salarios se sufragan directamente con las aportaciones de los contribuyentes, presente niveles de absentismo claramente superiores al promedio. Para ser precisos, las horas perdidas por absentismo en dicho ámbito ascienden al 6,9%, uno de los niveles más altos de todos los sectores analizados.