La pandemia ha traído consigo nuevos hábitos de consumo como es el caso del aumento de la comida para llevar. Dentro de este sector, hay un producto que está viviendo un gran boom de demanda y que amenaza, incluso, con la escasez. Se trata del kétchup en formato individual.
Las típicas pequeñas bolsitas monodosis están sustituyendo en los restaurantes a las botellas de plástico o vidrio para compartir debido a la covid. Además, como es un producto que se usa en los envíos a domicilio de comida, cada vez está ganando más adeptos.
Tal y como informan en Wall Street Journal, el precio de este producto subió un 13% en el mes de enero ante el fuerte aumento de la demanda. Solo el año pasado se vendieron alrededor de 300.000 toneladas a la hostelería, según la firma de investigación Euromonitor. En total, estas bolsitas aumentaron el volumen de facturación en 1.000 millones de dólares (840 millones de euros) en 2020, un 15% que en 2019.
Por todo ello, Kraft Heinz, que copa casi el 70% del mercado minorista de Estados Unidos, ha tenido que ponerse a trabajar a un ritmo vertiginoso para poder hacer frente a la creciente demanda. La compañía ha añadido nuevas líneas en sus fábricas para permitir que la producción aumente un 25% y así llegar a los 12.000 millones de sobrecitos este año.
A pesar de ello, las bolsitas escasean en los restaurantes. "Los gerentes están usando versiones genéricas, vertiendo ketchup a granel en vasos individuales y acudiendo a los pasillos de Costco en busca de sustitutos", asegura el WSJ. "Hemos estado buscando por todas partes", dijo Chris Fuselier, propietario de Blake Street Tavern, con sede en Denver, que ha tenido problemas para mantener existencias de kétchup durante gran parte de este año.