El polémico rescate de la aerolínea Plus Ultra continúa levantando ampollas en el sector turístico. Esta misma semana, el presidente de AC Hoteles, Antonio Catalán, aseguraba en una entrevista con el Diario de Tarragona que la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez le parecía "una broma" y hacía una confesión que servía para resumir el porqué de tanta indignación: "Yo que soy del sector, no sabía ni que existía".
Para la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Plus Ultra no es una aerolínea desconocida, pero sí lo suficientemente "marginal" como para no entender qué ha llevado al Ejecutivo a tomar esta decisión. "Nos parece indignante, porque no entendemos qué criterios se han seguido para otorgar esta ayuda a una empresa que apenas tiene vuelos", denuncia a Libertad Digital su presidente, Carlos Garrido.
El enfado del sector se agudiza por el agravio comparativo, ya que las 9.500 agencias de viajes que hay registradas en España aseguran no haber recibido "ni media ayuda" después de un año entero sin ingresos: "La facturación ha caído un 90%, tenemos una facturación marginal y, sin embargo, estamos haciendo frente a todos los costes de teléfono, luz, local, seguros…".
Según CEAV, 9 de cada 10 agencias que hay en nuestro país son pymes o micropymes y un 50% aproximadamente tiene menos de dos empleados. "Imagínate lo que esto puede suponer para un matrimonio o una pareja de autónomos", advierte Garrido. Por eso, cada vez que echa cuentas, no hace sino indignarse más si cabe: "Si dividimos los 53 millones en paquetes de 50.000 euros, nos salen más de 1.000 pymes a las que podíamos haber ayudado con ese importe. 1.000 familias y empresas que sí son estratégicas y que sí van a ser indispensables en la recuperación del turismo".
Para CEAV, "causa estupor" que un sector como el suyo "que ha contribuido tantísimo a la economía de este país durante tantísimos años no haya recibido ningún tipo de ayuda directa y que se estén otorgando ayudas de este calado, de esta cuantía, a empresas que no aportan nada ni a la economía ni al turismo".
Con todo, Garrido cree que "estamos poniendo en juego nuestro liderazgo mundial". Hasta que se desató la pandemia, España era el segundo país en número de visitantes, pero el primero en lo que a ingresos y estancia de turistas se refiere. Por eso, el presidente de la Confederación Española de Agencias del Viaje defiende que "deberíamos ser también los primeros en proteger a nuestro tejido empresarial, para que cuando empiece la recuperación, sea inmediata".