El impacto de la pandemia del coronavirus en España y la gestión política y sanitaria de la misma por parte del Gobierno de Sánchez e Iglesias ha llenado España de tragedia, muerte y ruina. Pero la esperanza, la solidaridad y el buen hacer de algunos ha contribuido a paliar algunos de los problemas de escasez que se vivieron en los primeros momentos y que ahora han logrado transformar en una historia de éxito.
Entre otras historias similares destaca la de Mahupa 1941 SL, una empresa textil con más de 25 años de experiencia en la fabricación de productos para el descanso. Cuando la falta de previsión del Ejecutivo dejó sin mascarillas ya no sólo a la población, sino a los propios sanitarios, esta compañía no lo dudó un momento, se pusieron a trabajar sin descanso con todos sus recursos en la fabricación de mascarillas de alta filtración, las famosas FFP2.
Una de las claves de su éxito, además de su desinteresada decisión de ponerse a disposición de la sociedad y aportar un granito de arena en la lucha contra la pandemia, fue su proceso de adaptación y agilidad funcional en su fábrica asumiendo el reto de transformación. Ahora, han transformado su producto final para poder cubrir la necesidad apremiante que tenía el sistema sanitario en España.
Mascarillas Béjar nace de la mano de Mahupa SL, un grupo corporativo preocupado por el bienestar social y participado mayoritariamente por ICV Holding, propietario de la marca.
Precisamente este miércoles ha estado en Es la Mañana de Federico la directora de comunicación del proyecto, Elsa Martínez, quien ha explicado los orígenes de lo que ahora es Mascarillas Béjar. "Nosotros nos tuvimos que reconvertir y decidimos apostarlo todo a una y lo hizo tanto el fondo que nos ayuda ICV Holding, que es el propietario mayoritario de la marca, como nuestro CEO Francisco Sanz".
Elsa Martínez contaba además en exclusiva en esRadio que acaban "de comprar una fábrica de guantes de nitrilo en Portugal que va a ser la más grande de Europa y va a ser la única", ya que el 100% de los guantes de nitrilo que se venden en Europa, decía Elsa, se fabrican en Asia.
Después de advertir de que en el mundo de la moda se supo que lo que venía no eran "un caso o dos" como decía Fernando Simón por aquellas fechas, Elsa Martínez señaló que, cuando se impuso el confinamiento y comenzaron a ver el problema de escasez que había, "aunque tuvimos muchas dudas decidimos poner toda la carne en el asador y decidimos hacer mascarillas". Tanto es así que, según ha contado, en aquel momento "cogimos una muy buena inversión que nos hizo ICV Holding" y compraron, "no es broma, por AliExpress", máquinas para montar mascarillas. Llegaron a los 15 días y comenzaron a fabricar mascarillas quirúrgicas.
Elsa recordaba lo complicado que fue todo aquel proceso, por la escasez, por la falta de técnicos e, incluso, por la dificultad de encontrar gente que "supiera chino, porque las máquinas eran chinas y venían en chino".
Finalmente, Elsa Martínez recordaba con orgullo que "somos los únicos que no hemos tenido una sola subvención oficial de absolutamente nadie. Nos hemos buscado la vida". Su modelo de empresa es sencillo: "Vendemos, invertimos, vendemos, invertimos".
Actualmente las mascarillas FFP2 de Mascarillas Béjar pueden comprarse por internet en su página web y cuentan con todos los controles y garantías. Están homologadas y certificadas.