Miguel Barroso pasará este martes a formar parte del Consejo de Administración del Grupo Prisa, controlado ahora por Joseph Oughuourlian y donde ocupa la vicepresidencia el empresario Rosauro Varo.
Así lo cuenta el diario El Mundo, quien señala que el nombramiento llegaría desde Amber Capital, máximo accionista del grupo, y que tiene dos asientos en el consejo. Barroso entrará para sustituir a Fernando Martínez Albacete, tras obtener el visto bueno del Comité de Nobmramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo.
Según las fuentes del grupo consultadas por el diario de Paco Rosell, Barroso contaría con el favor de otro de los accionistas de referencia del grupo, Telefónica (9,44%), ya que tiene línea directa con el propio José María Álvarez-Pallete.
El aterrizaje de Miguel Barroso en el grupo Prisa resulta especialmente curioso en tanto que el que fuera secretario de Estado de Comunicación con José Luis Rodríguez Zapatero, fue uno de los dolores de cabeza más importantes de Juan Luis Cebrián cuando estaba al frente de Prisa y denunciaba, allá por el año 2007, que había "brujos visitadores" de la Moncloa que intentaban hacerse con el "espectro financiero y mediático al hilo de su influencia en el entorno del presidente". Eran los tiempos de la OPA a Endesa, con la triangulación perturbadora que formaron la SER, el vicepresidente entonces de la CNMV, Carlos Arenillas, y el jefe de la oficina económica de Moncloa y compañero de Barroso, Miguel Sebastián. En aquella ocasión, y dentro del "espectro financiero", Cebrián también atribuía el intento de asalto al BBVA que protagonizó ese mismo entorno al abrigo de Moncloa.
Lo mismo sucedía con "el espectro mediático". Cebrián llegó a decir que "la única norma relevante para el sector (audiovisual) producida por este Gobierno es una ley de urgencia, aprobado su proyecto un 30 de diciembre, que, so pretexto de fomentar el pluralismo y regular la TDT, resolvía algunas cuestiones menores que afectaban a diversos operadores del sector y permitía la concesión, casi inmediata, de una nueva cadena de televisión". En esta queja manifiesta, señalaba directamente a Barroso: esa cadena "fue adjudicada a unos antiguos socios del propio secretario de Estado impulsor de la ley, entre los que se encontraban personas de la confianza y el aprecio personal del presidente del Gobierno".
Tal era el cabreo de Cebrián que dudaba de que Mediapro, de Roures, fuera un proyecto "genuinamente de izquierdas", entre otras cosas, por haber producido para TVE el programa 59 segundos que, por entonces, presentaba Ana Pastor e invitaba a periodistas como Nacho Villa o Pedro J. Ramírez. Aquella cadena de televisión que se regaló a Roures era La Sexta, actualmente en el grupo Atresmedia y en manos de García Ferreras.
Este antecedente hace especialmente llamativo el aterrizaje de Barroso en el consejo de Prisa.