El Instituto de Métricas y Evaluación Sanitaria (IHME), con sede en Washington, se ha convertido en un centro de referencia para el estudio de la evolución del covid-19 gracias al acierto de sus modelos predictivos, que han permitido anticipar la evolución de las distintas oleadas de propagación del nuevo coronavirus, en base a datos y cifras reales de contagiados, hospitalizados y fallecidos.
Libre Mercado ha difundido anteriormente algunas de sus investigaciones, como por ejemplo el pasado mes de enero, cuando este diario avanzó con acierto la senda que seguirían las infecciones durante la llamada "tercera ola". En esta línea, ahora que empieza a cundir el nerviosismo asociado a una "cuarta ola", conviene regresar al modelo del IHME y comprobar qué evolución arrojan sus estimaciones al respecto.
Si nos fijamos en el número de contagiados, la modelización más reciente recalca que, en caso de producirse tal repunte, el número de infectados subiría de forma progresiva entre el 10 de marzo y el 10 de mayo, pasando de 12.000 a 20.000 positivos diarios durante este periodo, para después descender a los 15.000 contagiados a mediados de junio.
En cambio, el IHME no espera un repunte significativo de la capacidad hospitalaria. La ocupación de camas y de unidades de cuidados intensivos por parte de enfermos de covid-19 se situaría lejos de un punto de colapso de los recursos sanitarios (salvo en aquellas comunidades autónomas que no tengan tanto acierto a la hora de contener la propagación entre los grupos de riesgo), de modo que los nuevos positivos serían, en general, de menor gravedad.
¿Y los fallecimientos? El escenario que prefigura el IHME apunta a un cambio de tendencia en las muertes diarias, que volverían a crecer entre mediados de marzo y mediados de mayo, pero no volverían a alcanzar los registros que se observaron en la segunda o, especialmente, la tercera ola.
Por lo tanto, los modelos de referencia avanzan que estamos ante una "cuarta ola", pero también sugieren que la subida de contagios no tendrá un efecto tan duro en términos de hospitalizados, de lo que también se deriva un impacto más moderado en la letalidad, un indicador que también mejorará por el hecho de que la vacunación ha iniciado entre los grupos más vulnerables al covid.19.
Obviamente, es triste que España siga lidiando con un escenario así tras haber sido el país más golpeado por el covid-19 en 2020, pero las previsiones del IHME sirven como aliento a aquellas regiones que, siguiendo el ejemplo de Madrid, apuesten por una estrategia de adaptación y no por nuevos confinamientos y restricciones generalizadas.