Las previsiones de crecimiento remitidas por el gobierno de España a Bruselas plantean que el PIB de nuestro país avanzará un histórico 9,8% durante el año 2021. De cumplirse tal predicción, estaríamos ante una expansión récord, que superaría todos los registros de la historia reciente. Sin embargo, el discurso optimista del gobierno está cada vez más cuestionado por las principales casas de análisis.
La última actualización del Consenso Funcas apunta que los principales servicios de estudios de nuestro país plantean un crecimiento medio del 6,3%. Entre los organismos internacionales, el Fondo Monetario Internacional anticipa una expansión del 5,9%, mientras que la OCDE espera una subida de la producción del 5,7% y la Comisión Europea proyecta un 5,4%. Por lo tanto, el crecimiento sería entre un 36% y un 45% más bajo de lo que estima Moncloa si se diesen estos escenarios.
Pero si algo está demostrando el gobierno de Pedro Sánchez es que su gestión económica nunca deja de sorprender.. para mal. En este sentido, no sorprende que los últimos análisis, presentados por la AIREF o PwC, apunten que el PIB del primer trimestre no solo no recogerá una mejora de la producción, sino que se situará en terreno negativo. Por lo tanto, la desviación comentada en el párrafo anterior podría ser incluso mayor.
Así las cosas, PwC apunta en su último boletín que los meses de enero-marzo estarán previsiblemente marcados por una recesión. Más dura es la AIReF, que estima que la caída de la producción llegará al 1,3% durante el primer trimestre de 2021. Así las cosas, cumplir con un crecimiento del 9,8% se antoja a todas luces imposible, pero incluso llegar a los niveles de crecimiento comentados anteriormente, con horquillas que van del 5,4% al 6,3%, parece cada vez más difícil.
Eso es precisamente lo que apunta PwC, que añade que "España necesitaría un fuerte rebote en el segundo y tercer trimestre para que se cumplan las previsiones de recuperación". Además, la consultora subraya que "el exceso de deuda empresarial puede agravar el problema, al provocar una fuerte contracción de la inversión".
Pero no solo preocupa la deuda privada: también la deuda pública está en niveles récord. Según PwC, los pasivos del Tesoro español ya alcanzan el ratio más elevado desde el año 1902.
Y es que, según recalca la consultora, "España dedicó menos apoyo fiscal a las empresas que los países comparables de la UE" y esto favoreció "una caída de actividad" que solo contribuyó a apuntalar el deterioro del indicador que relaciona el endeudamiento con el PIB. En este sentido, conviene recordar que la ortodoxia económica subraya que el crecimiento económico potencial de una economía se reduce notablemente una vez la deuda pública rebasa cotas superiores al 80-100% del PIB.
No solo eso: la deuda del Reino depende, en gran medida, del apoyo extraordinario que está desplegando el Banco Central Europeo. Así, partiendo de la situación actual, un ligero retoque al alza de los tipos de interés elevaría automáticamente la deuda pública del 117% al 135% del PIB, agravando más aún el problema fiscal de nuestro país, según estimaciones del Consejo Fiscal Europeo.