China ha anunciado este jueves la aprobación de su nuevo plan quinquenal, que pretende marcará las pautas políticas y económicas del país para el período 2021-2025.
Aunque las cifras reales de la economía del país siempre están en entredicho, por estar controlado por el Partido Comunista Chino, los números presentados dicen centrarse en el desarrollo tecnológico y en la autosuficiencia en ese campo para evitar que los vaivenes geopolíticos afecten a las cadenas de suministro, y también pone énfasis en otros campos como la incentivación de la demanda nacional.
Según su borrador, presentado durante la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP) -que comenzó el pasado día 5-, se incrementará la inversión en investigación y desarrollo en una media anual superior al 7 % hasta 2025.
Esa cifra, según un informe del banco HSBC, es "modesta", mientras que la consultora Trivium recuerda que China no ha cumplido con sus objetivos de gasto en I+D en sus últimos cuatro planes quinquenales y apunta que el crecimiento medio de ese gasto en los últimos cinco años ha sido del 11,8 %, por lo que considera que los legisladores "por fin están siendo realistas".
Las áreas en las que Pekín busca impulsar la innovación comprenden la inteligencia artificial, la computación cuántica, los semiconductores, las redes 5G, la neurociencia, la biotecnología y la investigación genética o la exploración espacial y marítima.
En lo respectivo al crecimiento económico, aunque el Gobierno sí se ha marcado un objetivo para este año -de "más de un 6 %"- tras no hacerlo el año pasado por la covid, el plan quinquenal no establece ninguna meta específica y habla de "mantener el crecimiento en un rango razonable y proponer metas anuales cuando sea apropiado".
Economía digital, inversión y medio ambiente
Sin embargo, una de las diferencias frente al anterior plan quinquenal, según los analistas, es el enfoque en el desarrollo de la economía digital, cuyo valor añadido al PIB debería pasar del 7,8 % de 2020 al 10 % en 2025, algo para lo que también se desarrollarán políticas en materia de gestión y seguridad de datos.
En lo respectivo a tecnología y economía digital, los expertos aseguran que el plan quinquenal deja claro que las campañas antimonopolio, que en los últimos meses han tenido a gigantes del sector como Alibaba en el punto de mira, se intensificarán en el próximo lustro y se podrían expandir también a otros sectores.
Al mismo tiempo, se propone elaborar una legislación respectiva a la inversión en el extranjero y, aunque por ahora no se aportan muchos detalles, los analistas creen que Pekín volverá a permitir que las firmas chinas hagan grandes compras de otras compañías en el exterior tras cortar el grifo debido a la crisis de salida de capitales.
Sobre los planes de sostenibilidad ecológica, el plan marca como objetivo reducir la intensidad del consumo de energía en un 13,5 % y la de emisiones de carbono, en un 18 %, algo para lo que también se establece la meta de que un 20 % del consumo de energía en 2025 provenga de fuentes no fósiles.
La moción -en la que también se incluyeron una serie de objetivos para 2035- se aprobó por una amplia mayoría, como es habitual, durante la sesión de clausura de la cumbre anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el Legislativo nacional controlado por el Partido Comunista (PCCh).