Los trabajadores por cuenta propia ven subir la cuota que deben abonar a la Seguridad Social cada año. De esta manera, un autónomo pagaba 248,3 euros mensuales en 2009, justo en plena crisis económica, mientras que ahora paga 288,98 euros al mes. Esto supone una subida anual de 488 euros. Si se compara con la situación en 2015, cuando se pagaban 264 euros la subida es de 305,16 euros. En puntos porcentuales, la subida de la última década es de un 15%.
Sin embargo, no solo ha subido la cuota de los autónomos, sino también el IVA. En 2011 el Impuesto sobre el Valor Añadido era del 18%, frente al 21% actual. Aunque se trata de un tributo que los trabajadores por cuenta propia cobran para traspasarlo al erario, algunos gastos son desgravables y reducen la factura fiscal. Por tanto, además del aumento de la cuota, hay que tener en cuenta el aumento del IVA. De esta manera, un autónomo que ingresase 2.000 euros brutos en 2011 pagaba 249,11 euros de cuota y 360 euros de IVA, haciendo que sus ingresos fueran de 1.390 euros a los que habría que restar el 15% del IRPF. Ahora, por esos 2.000 euros brutos pagaría 288,98 euros de cuota y 420 euros de IVA, haciendo que sus ingresos sean de 1.291 euros sin restar el IRPF.
El último Estudio Nacional del Autónomo elaborado por Infoautónomos y la Universidad de Granada ha dado a conocer datos de lo más relevantes sobre los trabajadores por cuenta propia. El más alarmante es el que tiene que ver con las razones por las que un autónomo decide darse de baja del Régimen de Trabajadores Autónomos (RETA). El 51,6% de los trabajadores que se han dado de baja lo atribuyen a que el pago de la cuota era "insostenible".
Cotización por ingresos reales
Pero esta subida fiscal podría quedarse en nada comparado con lo que puede suponer la instauración de la cotización por ingresos reales, que podría disparar la cuota para algunos autónomos y provocar un descenso en el número de trabajadores por cuenta propia, que todavía no ha recuperado el mismo nivel que en el año 2006.