Australia apuntala su recuperación económica tras acumular dos trimestres consecutivos de crecimiento, a pesar de que en el año 2020 su Producto Interior Bruto (PIB) registró una caída del 1,1%, según datos oficiales publicados este miércoles.
Antes de la pandemia, la economía australiana había acumulado tres décadas ininterrumpidas de crecimiento económico.
La Oficina Australia de Estadísticas (ABS, siglas en inglés) informó de que en el último trimestre del pasado año, entre octubre y diciembre, el PIB aumentó un 3,1%, por encima de las previsiones, impulsado principalmente por las exportaciones de hierro, el incremento del gasto doméstico y las inversiones privadas.
Este resultado da continuidad a la subida del 3,4% del PIB australiano en el período comprendido entre julio y septiembre de 2020.
"A pesar de los dos trimestres consecutivos de fuerte crecimiento, la actividad económica se mantiene en un 1,1% más baja que la registrada en el trimestre que culminó en diciembre de 2019", dijo el jefe de la Cuentas Nacionales de la ABS, Michael Smedes, en un comunicado.
Smedes también remarcó que "es la primera vez en sesenta años de historia de las Cuentas Nacionales que un PIB ha crecido en más del 3% en dos trimestres consecutivos", al destacar los resultados que siguen a la recesión que sufrió Australia tras 30 años de expansión económica.
Durante la pandemia de la covid-19, la economía australiana se contrajo en un 0,3% y un 7% en los dos primeros trimestres del año, respectivamente, a raíz de las medidas de confinamiento y las restricciones para evitar el contagio masivo del nuevo coronavirus.
Para contrarrestar los efectos de la pandemia, el Gobierno de Australia implementó desde marzo del año pasado paquetes de ayuda, entre ellos subsidios salariales y de desempleo, además de conceder estímulos económicos que en total equivalen a un 13,3% de su PIB.
El Ejecutivo, que tiene previsto suspender sus subsidios salariales a finales de mes, pronostica que la economía crecerá en un 5% este año y en un 3,25% en 2022, según datos del presupuesto nacional publicado el pasado octubre.
Hasta la fecha, el país oceánico ha registrado 28.986 casos de covid-19 (1.143 por millón de habitantes), y apenas 909 fallecidos (36 por millón de habitantes), cifras muy inferiores a las de otros países desarrollados.