La hostelería alemana lleva cerrada desde que se decretó el segundo confinamiento el pasado mes de noviembre. Se trata del segundo cierre forzoso en doce meses tras el decretado a principios de 2020. La paralización del sector está generando fuertes consecuencias como el excesivo excedente de cerveza. Los productores germanos se han visto obligados a solicitar al Gobierno algún tipo de ayuda financiera después de tener que deshacerse de una gran parte de la producción. Estas compañías solicitan ayudas financieras similares a las concedidas a los bares y restaurantes, pero que no han llegado a los productores de esta popular bebida.
"Cada semana son más las cervecerías, los bares propiedad de empresas cerveceras y los mayoristas que se enfrentan al cierre por causas ajenas a su voluntad y se ven en riesgo de quiebra", dice una carta abierta firmada por unas 300 cerveceras y publicada por las asociaciones de cerveceros DBB y VPBD. Algunas de las empresas firmantes son Carlsberg Deutschland, una unidad de la cervecera danesa Carlsberg, Bitburger Braugruppe, Krombacher y Paulaner Brauerei. "El confinamiento y el subsiguiente hundimiento del mercado de la cerveza de barril supuso que las cervecerías perdieran de la noche a la mañana gran parte de sus cimientos económicos", decía la carta.
La única solución que les ha quedado ha sido tirar la cerveza provocando pérdidas de muchos millones de euros. Las ventas de la bebida en los comercios no han logrado cubrir el exceso de oferta del producto, ya que se consume principalmente en los locales hosteleros que llevan cerrados más de tres meses de forma ininterrumpida.
El mismo problema en Estados Unidos
La industria cervecera en Estados Unidos está sufriendo los estragos que ha provocado el confinamiento. Según The Wall Street Journal, unos 38 millones de litros permanecen almacenados en establecimientos y corren el riesgo de caducarse y desperdiciarse. En total, cerca de un millón de barriles podrían echarse a perder por estar en bares cerrados. Pero, el drama es todavía mayor porque en total el sector se enfrenta a perdidas de 1.000 millones de dólares (920 millones de euros).