Los cerdos de las explotaciones porcinas pueden padecer estrés. Un cochinillo ansioso puede suponer para los granjeros una multa de hasta 100.000 euros en los casos más graves, tal y como establece una legislación española en ocasiones surrealista. Por ese motivo, la normativa obliga a los propietarios a destinar un área de juegos porcina y facilitar juguetes para que los animales se diviertan y estén entretenidos.
Cuando un cerdo se aburre, se dedica a atacar sin piedad a sus compañeros, con un especial interés en arrancar a mordiscos las colas del resto de la piara. Por ese motivo, la Ley de Bienestar Animal de la Unión Europea fue la primera en marcar una serie de recomendaciones que España incorporó a su legislación en forma de Real Decreto.
La normativa dice que "los cerdos deberán tener acceso permanente a una cantidad suficiente de materiales que permitan unas adecuadas actividades de investigación y manipulación". Si los productores no facilitan juguetes a sus cerdos se exponen a una posible sanción económica que puede variar entre los 600 y los 100.000 euros.
Los juguetes porcinos más vendidos
Mantener a un cerdo entretenido no es tarea fácil. Existe todo un equipo de técnicos agroalimentarios, ingenieros agrícolas, ingenieros agrónomos y veterinarios desarrollando nuevos juguetes. "Los cerdos tienen una alta capacidad olfativa y son sensibles a fuertes ruidos. Son animales curiosos, que muerden e investigan todo lo que tienen a su alcance", explica Daniel Sanz, ingeniero Agroalimentario y del Medio Rural en Peig Ganadera. Un juguete demasiado simple o demasiado complejo puede acabar siendo aburrido.
Entre los juguetes antiestrés más vendidos se encuentran los balones y las pelotas, un tubo con palos deslizantes que los cerdos empujan con el hocico, anillas con gomas colgantes o fardos y otros elementos de paja o heno. Pero el juguete que ahora mismo triunfa en todas las explotaciones porcinas es la cadena de acero inoxidable con tacos de plástico: "Suele colocarse suspendido, separado de la pared para que esté en movimiento y a una distancia desde el suelo de 40 cm aproximadamente" explica Sanz.
Algunos ganaderos fabrican sus propios juguetes, pero la mayoría recurren a especialistas como Favega o Peig Ganadera, empresas dedicadas al asesoramiento y venta de juguetes, entre otros productos. "Las empresas especializadas estamos en constante evolución", explica Noelia Fabra, ingeniero técnico agrícola en Peig Ganadera, "los juguetes deben ser duraderos, utilizando materiales fuertes y resistentes que no se destruyan con facilidad".