A comienzos de 2021, la mayoría de las informaciones internacionales referidas al proceso de vacunación contra la covid-19 giraban en torno al exitoso modelo israelí. A fecha de hoy, el país gobernado por Benjamin Netanyahu ha suministrado la primera dosis al 80% de sus ciudadanos, de modo que a la conclusión del primer trimestre podrían alcanzarse niveles muy elevados de inmunización.
Como explicó Libre Mercado, la campaña israelí se está haciendo con centros de vacunación masivos, horarios continuados, programas de incentivos y aplicaciones tecnológicas avanzadas. Además, el gobierno de Netanyahu pujó fuerte en los mercados de compra-venta de vacunas, ofreciendo un precio más alto a las farmacéuticas, lo que le ha asegurado un suministro más rápido y cuantioso.
Menos se ha hablado del ejemplo de Emiratos Árabes Unidos, donde la clave del éxito ha sido la autorización casi automática de todas las vacunas que han completado satisfactoriamente los pertinentes ensayos y análisis clínicos. Este proceso de validación ayudó a que Emiratos Árabes empezase su campaña de vacunación un mes antes que los países de la UE-27.
La sorpresa chilena
Durante el mes de febrero, Chile se ha convertido en la "revelación" de la "carrera" hacia la vacunación masiva. El país hispanoamericano arrancó el proceso a mediados de enero y, en las dos primeras semanas, no parecía avanzar a ritmo significativo. En cambio, las tres últimas semanas han puesto de manifiesto un rapidísimo salto adelante en el ritmo de vacunación.
Como puede verse en el siguiente gráfico, que compara los datos de Chile con los de España, el país hispanoamericano ya ha suministrado la primera dosis al 12% de su población, duplicando los niveles observados en España.
Una de las claves del éxito ha sido el trabajo diversificado y ambicioso del gobierno chileno en los mercados de compra-venta de vacunas. Su gobierno ha negociado de forma rápida con todas las empresas farmacéuticas que han completado con éxito los ensayos y análisis clínicos de rigor. Esto significa que no solo se han adquirido grandes lotes de vacunas de Pfizer, sino que también se han comprado importantes cantidades de dosis a la china Sinovac. Además, mientras Europa y Estados Unidos han gestionado con más lentitud la validación de las vacunas de Johnson & Johnson o Oxford/AstraZeneca, Chile ha movido ficha con más rapidez y ya cuenta con estas dosis en su cartera.
La campaña de vacunación masiva ha movilizado estadios de fútbol, centros educativos o incluso centros de inmunización que funcionan las 24 horas del día y en los que el paciente ni siquiera necesita bajarse del coche. Además de doctores y enfermeros, el proceso también cuenta con el apoyo de otros profesionales, como los odontólogos o las matronas.
Si comparamos el ritmo diario de vacunación por habitante con el de nuestro país, Chile avanza tres veces más rápido que España. No solo eso: el gobierno está cerca de completar su meta de vacunar a todos los mayores de 65 años antes de marzo, de modo que los indicadores de hospitalizaciones y fallecimientos deberían empezar a reducirse de forma drástica durante las próximas semanas, puesto que este colectivo entraña el 95% de los fallecimientos por covid-19.