"Las naciones ricas deberían pasar a la carne 100% sintética", ha afirmado con rotundidad Bill Gates en una entrevista en MIT Technology Review, con motivo de la presentación de su nuevo libro "Cómo evitar un desastre climático".
El fundador de Microsoft cree que se debe usar la regulación para forzar un cambio que redirija a la población al consumo de carne artificial. El magnate asegura que cambiar las políticas gubernamentales será necesario, si no es ahora, en un futuro muy próximo, es decir, que lo quiera el ciudadano o no, va a tener que olvidarse de comer un entrecot real de ternera, en un breve espacio de tiempo.
EL multimillonario, apodado ya como "el rey del cultivo", por ser el mayor propietario de tierras en Estados Unidos, continúa su guerra contra la ganadería "por el bien del planeta", argumenta. Pero, sin embargo, lo que parece es que lo hace por el bien de su bolsillo.
El magnate, que se autodenomina como un gran filántropo, ha invertido en una gran variedad de nuevas empresas de carne sintética, como Hampton Creek Foods, Memphis Meats, Impossible Foods y Beyond Meat. Además, su patrimonio de 108.000 hectáreas en EEUU son terrenos cultivables y altamente productivos, según reveló The Land Report y adelantó Libre Mercado.
En el caso de Beyond Meat (BYND), una de las primeras compañías de carne falsa y biología sintética por la que apostó Bill Gates, sus acciones crecieron hasta un 859% durante sus primeros tres meses. Y para 2025 se proyecta que incluso llegue a duplicar su valor, según la revista Forbes.
Estas inversiones y adquisiciones van encaminadas a la sustitución de la carne de res por carne sintética, un objetivo enmarcado dentro de la Agenda de Davos 2030, también conocida como el Foro Económico Mundial, una organización de la que forma parte el multimillonario. "En 2030 no comerás carne", se presagia en uno de los anuncios propagandísticos de Davos. De cumplirse las expectativas del Foro, el precio de la carne real será tan elevado en un futuro que sólo podrá gozar de un buen filete aquellos que puedan permitírselo. Sí, Gates entre ellos. Él mismo admite que no es vegetariano y que a veces se come una hamburguesa con queso.
El magnate, que está de gira con su nuevo libro, intenta convencer a sus lectores de que ingerir un chuletón imprimido en 3D no es tan malo. "Puedes acostumbrarte a la diferencia de sabor. Con el tiempo se hará que el sabor sepa aún mejor", cuenta el empresario americano.
Bill Gates ha contado con la colaboración de colegas de su profesión, científicos, biólogos, químicos y expertos en dietética, para desarrollar las tesis que expone en su libro. En base a sus teorías, el sacrificio de eliminar la carne de nuestra dieta es insignificante, si de lo que se trata es evitar "un gran desastre climático", explica el multimillonario.
En este sentido, asegura que los animales de granja tienen un gran costo para el medio ambiente. Sin embargo, los representantes del sector cárnico en EEUU y Europa han defendido que la emisión de los gases invernaderos es una falacia de la industria climática, Greta Thunberg y los lobbies verdes, de los que Bill Gates formaría parte.
Cabe reseñar que el fundador de Microsoft es presidente del fondo de inversión Breakthrough Energy Ventures, un fondo que trabaja por "energías limpias" y contra el supuesto cambio climático. Dicho fondo culpa a la mano del hombre del apocalipsis climático, pese a que 700 científicos firmaron en una carta en la que manifestaban que los cambios en el clima se deben a procesos naturales del planeta Tierra, rechazando así la postura de Bill Gates y su cónclave verde.
"Carne sostenible"
Por ahora, el copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates está trabajando para introducir "la carne sostenible" a un bajo precio. Es consciente de que su valor ahora es alto, debido a que no tiene demanda, pero, por ello, no descarta la posibilidad de que los políticos presionen para cambiar el comportamiento del consumidor. Para vender la idea de la falsa carne de res, Gates ya acuña el término "dieta sostenible", un concepto que empezará a sonar, y ya suena, en medios de comunicación, conferencias y mítines políticos.
La obsesión de Bill Gates por cambiar los gustos del ciudadano occidental, con la excusa del cambio climático, viene de lejos. Ya en 2015 un tuit de el magnate bebiendo aguas fecales causó un verdadero escándalo entre los usuarios. "Bebí agua hecha con heces humanas. Aquí hay una actualización de la máquina que produjo esa agua", comentaba. Algunos tuiteros ahora vuelven a recordar la imagen, temiendo que se le ocurra a Gates "forzar" a la población a acompañar el falso chuletón con una copa de agua hecha con heces humanas.
I drank water made from human feces. Here’s an update on the machine that produced that water: http://t.co/Bd05wl9CAM pic.twitter.com/w78xVYswSH
— Bill Gates (@BillGates) August 12, 2015
Por último, hay que recordar que, en la última celebración del Foro Económico Mundial 2021, su fundador Klaus Swab comunicaba el adelanto de los planes recogidos en la Agenda 2030 y su Gran Reseteo, que incluye que los humanos coman solo sustitutos de la carne. Por esta razón, compañías de proteínas vegetales como Impossible Foods y Beyond Meat, en las que Bill Gates ha depositado buena parte de su fortuna, trabajan ya a gran escala para introducir su producto en el mercado. El multimillonario empresario espera que la extinción de la ganadería llegue pronto, así como otros cambios en el consumo de energías. Además, puntualiza que trabajará para obtener una política de los gobiernos que sea favorable a sus ideas, tal y como ha venido haciendo hasta ahora.