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José T. Raga

Un caso de vergüenza nacional

¿Qué usted tenga 22 ministros no le dice nada, señor presidente? ¿Y pretende que le condonen la deuda?

Los españoles no nos merecemos esto. Hacemos todo lo que podemos, pese a los abusos de los que mandan. Además, pagamos impuestos, sabiendo el despilfarro que se hace de lo recaudado. 

Cada persona y cada familia se las arreglan como pueden para sobrevivir y para cumplir con los compromisos adquiridos, entre los que está no acostarse ningún día sin reducir la deuda contraída, como corresponde a las personas de honor y de bien.

Por eso no nos merecemos que las dos ideologías visibles del Gobierno, las de los coaligados PSOE y Podemos –quizá quepa lo de tanto monta, monta tanto–, acorraladas por lo mucho dicho del nivel de endeudamiento público, hace una semana firmaron una propuesta al Banco Central Europeo de condonación de la deuda española. Así solucionaban el endeudamiento. Antes de las cuarenta y ocho horas, el BCE negaba tal posibilidad.

El resto de coaligados guardan el más profundo silencio, más preocupados por la elección de sexo, o por facilitar a los okupas sus pretensiones, que por lo que importa al país. El presidente, ni está ni se le espera. Sólo la vicepresidenta económica ha desautorizado a los firmantes alegando que no está permitida la condonación. Para mí, lo que importa no es que esté prohibido condonar, sino que me avergüenza la petición. 

¿Seguirán todos con sus prebendas, después de semejante propuesta? ¿Puede España pedir un trato propio de los países más pobres, de los que nada tienen? ¿Podemos presentarnos como Madagascar, República Democrática del Congo, Burundi, Malawi, Guinea Bissau, con más del 70% de la población viviendo con menos de 1,25 dólares/día? No se puede ser tan cruel con los pobres, con los que nada tienen; no son una mercancía más.

Nosotros, España, no es que no tengamos, es que lo gastamos mal, muy por encima de nuestras posibilidades, y ese es el origen de la deuda. Y pensemos que eso de que los Estados, las naciones, no quiebran es falso. Quiebran como los particulares, y generalmente, salvo casos de pobreza, lacerantes para los que vivimos en la abundancia, por gastar más de lo que tienen. Porque siempre que se gasta más de lo que se tiene se gasta mal, tanto en el sector privado como en el público.

Ya sé que el presidente atribuye la deuda –124% del PIB, o sea 1,35 billones de euros– al covid, pero me pregunto: ¿no se le ocurre que algo tendrá que ver el macro Gobierno que ha creado, con veintidós ministros, de los que cuatro son vicepresidentes? En la España democrática, sólo Felipe González durante cinco meses tuvo 18 ministros –uno, vicepresidente–; después, él y Rodríguez Zapatero tuvieron Gobiernos con 17 ministros; y Rajoy, el censurado, osciló entre 11 y 13 –uno, vicepresidente –.

¿Qué usted tenga 22 ministros no le dice nada, señor presidente? ¿Y pretende que le condonen la deuda?

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