Pastas Gallo, en el marco del "proceso de especialización industrial" que ha iniciado en todas sus plantas de producción, ha determinado que la producción de pasta seca, tanto corta como larga, que aún se mantenía en la factoría de Granollers (Barcelona) se traslade a la principal planta de la compañía, en El Carpio (Córdoba), que acoge la sede social del grupo desde 2017 y que, precisamente, se dedica a la producción de pasta seca.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes de Pastas Gallo, tras insistir en que esta medida es la consecuencia del referido proceso de especialización de las cuatro fábricas que tiene en España, de modo que en la planta de Granollers únicamente se cierra la línea de pasta seca, pero se mantiene activa la factoría con la especialización en producción de pasta fresca, junto con la de canelones y lasaña.
Ello implica que de los 169 empleados que tiene Pastas Gallo en su factoría de Granollers y de los que 74 se dedicaban hasta ahora a la pasta seca, a 37 de ellos se les ha ofrecido la "continuidad" de su trabajo, bien con un "traslado" a la factoría de El Carpio, o bien "en en otras posiciones del grupo", ya que la disposición de la compañía es la de llegar a un acuerdo con estos trabajadores.
En consecuencia, según han indicado desde Pastas Gallo y ha adelantado ABC, "no se desmantela nada", y esta decisión supone, además, un crecimiento de la actividad en la fábrica que la compañía tiene en El Carpio y que, en la actualidad, cuenta con una plantilla de 122 empleados.
En resumen, en la fábrica andaluza de Pastas Gallo es donde se concentrará toda la producción de pasta seca, en la de Granollers se llevará a cabo la producción de pasta fresca, canalones y lasaña; la de Esparreguera (Barcelona) se especializará en pasta sin gluten, y la de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona) es donde se concentrará la producción de pasta oriental.
La fábrica de El Carpio es la más grande que posee Pastas Gallo en España. Se trata de la antigua Fábrica de Harinas de El Carpio, que el fundador de Pastas Gallo, José Espona, adquirió en 1958 para utilizarla como planta de transformación del cereal en pasta. Es además de una de las más potentes de España, con capacidad para moler unas 400 toneladas diarias de trigo en el proceso para convertirlo en pasta alimenticia.