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"La banca no está dando crédito nuevo: fuera del ICO, hay muchas dificultades"

Desde Gedesco alertan de los problemas de financiación de las empresas y advierten: los balances saldrán muy deteriorados de esta crisis.

Desde Gedesco alertan de los problemas de financiación de las empresas y advierten: los balances saldrán muy deteriorados de esta crisis.
Alamy

"Tanto nadar para ahogarse en la orilla". La expresión es muy gráfica. Y se está usando a menudo en esta crisis de la covid-19 para explicar ese miedo que muchos empresarios tienen a que todo el esfuerzo de estos meses no sirva para nada. Que cuando se recupere la normalidad y haya que volver a equilibrar las cuentas (algo que implica desde reincorporar a todos los trabajadores en ERTE a empezar a devolver las líneas ICO), la bofetada de la realidad les devuelva al suelo de golpe. Con un añadido: en ocasiones, el mayor peligro de esta crisis reside en esa sensación de que la orilla se aleja unos metros cada vez que los empresarios se acercan; cuando parece que están a punto de rozarla, se retira un par de kilómetros más allá.

Libre Mercado ha hablado sobre esta cuestión con Benedicto Jiménez, director comercial de Gedesco, la empresa líder en nuestro país en financiación no bancaria. Hay pocas personas que tengan un mejor conocimiento de la situación real del mercado, de cómo están las empresas, de las necesidades de financiación actuales y de las que pueden plantearse en un futuro cercano.

Y lo primero es saber si es cierta esa sensación de que muchas empresas van al límite. No se han dejado ir del todo (no han cerrado) porque cada mes parece que será el último de la pesadilla: lo que comenzó como un confinamiento de unas semanas se ha ido alargando poco a poco. Cada pocas semanas parece que el final está ahí, al alcance de la mano... y luego otra vez se aleja. Por ahora, la mayoría resisten sin ahogarse porque ven el barco de la nueva normalidad y esperan que pueda lanzarles un salvavidas. Pero no sabemos hasta cuándo podrán aguantar: "La realidad es un poco así. Lo que ha sucedido en España es un drenaje de liquidez descomunal. Y las empresas se han provisionado de caja y tesorería. Y ahí hemos sido muy rápidos con el tema ICO, todo hay que decirlo. El problema es que lo que se preveía que iban a ser un par de meses, se está alargando. Hay muchos sectores con caídas enormes en los ingresos. ¿Cuál es el problema? Que dejas de facturar, pero cada vez tienes más deuda. Y tu capacidad de repago de la deuda es mucho menor".

Es verdad que hasta ahora ese crecimiento de la deuda no ha tenido consecuencias palpables porque buena parte de esa deuda no hay que empezar a devolverla todavía. Pero en algún momento llegará esa etapa y nos vamos a encontrar con miles de empresas con cifras de facturación muy inferiores a la época pre-covid y que tienen que afrontar sus gastos ordinarios y, además, el repago de esa deuda: "¿Qué están haciendo las empresas? Creemos que no están asfixiadas del todo porque todavía tienen algo de liquidez. Aunque es verdad que hay muchas que están buscando más liquidez. La ampliación de un año de los ICO [hasta 2022 de carencia para el principal] va a mantener el dopaje del tejido empresarial. Además, en la medida de lo posible, la banca va a intentar darle patada p’alante a la pelota hasta dentro de un año, porque no quiere reconocer los impagados".

El escenario que nos dibuja Jiménez es complicado. Por una parte es un alivio que todavía no haya que devolver esa deuda (entre otras cosas porque hay muchas empresas, sobre todo en el sector servicios, que están cerradas o casi por las restricciones legales), pero corremos el riesgo claro de zombificación de la economía española, con negocios que sobreviven porque no tienen que devolver sus deudas, pero no porque sean capaces de generar caja y beneficios: "Todas aquellas empresas que han pedido un ICO van a poder pedir la moratoria del pago de capital hasta 2022. Un año más de carencia. Aquí hay un tema importante: y es que los bancos han dado mucho dinero nuevo, pero también han transformado mucha deuda existente bajo el paraguas del ICO. Toda esa deuda, la que está bajo el paraguas del ICO, se va a poder soportar. Pero en la deuda que no esté bajo ese paraguas, ahí sí vendrán los impagados".

Contener la mora es bueno. De hecho, podríamos decir que es el objetivo que se han marcado todos los países de la UE: intentar que no haya quiebras hasta que se recupere la normalidad sanitaria-social. Un poco como esa imagen de la respiración asistida que tantas veces hemos usado en los últimos meses: ayudarte mientras estás en la UCI, sin apenas ingresos, con la mirada puesta en el día después: "Muchas empresas han aprovechado el momento para adecuar su estructura. Y eso es bueno. Además, ni las entidades financieras ni nosotros queremos mora. Si es posible, refinanciamos. Pero, ¿qué pasará cuando recuperemos la normalidad? Las compañías se están gastando el dinero, la liquidez extra de que disponían, pero sin recuperación económica. Está claro que habrá mecanismos para que no explote todo: porque no podríamos asumir la mora que nos podría explotar. Las big four están reforzando sus equipos de reestructuración, para ayudar a las empresas a adecuar su deuda a los tiempos que vienen".

Suena preocupante y al mismo tiempo, le repetimos, es algo que no termina de verse en las estadísticas oficiales: "Es verdad. No hay mora en los últimos tres o cuatro meses. Pero esto en cierto sentido es una mentira que durará unos cuantos meses. ¿6-8 meses? Las empresas hasta ahora han pagado porque tenían dinero. Pero cuando ese dinero se acabe, si tienes más deuda y no eres capaz de facturar como antes... Ahora mismo hay tanta liquidez en el mercado, que todas las empresas tienen para pagar. Pero el escenario es muy complicado: empresas con mucha deuda y menos beneficios. Incluso si cuando vuelta la actividad mantienes los mismos ingresos: no es lo mismo tener unos beneficios de 1 millón si tu deuda es de 3 millones (como eran antes del covid-19) que si es de 4 millones".

Es evidente que ese incremento de la deuda puede ser la diferencia entre la supervivencia. En los próximos años, los gastos financieros de muchos negocios se dispararán. Se hablará de recuperación, del levantamiento de las restricciones y de vuelta a la normalidad. Pero detrás de esas palabras se esconde una realidad complicada: la de miles de empresas con un balance mucho menos saneado del que presentaban en diciembre de 2019. No es sólo una cuestión de ingresos, sino del coste de la deuda y de su refinanciación: "Podemos tener una crisis sin precedentes. Estamos dopados".

Si queremos ver el vaso medio lleno, podemos echar un vistazo a esas cifras de morosidad contenidas. Pero sería un tanto engañoso en cierto sentido. Lo que necesitamos no es sobrevivir con el agua al cuello, sino ser capaces de generar actividad según lo vayan permitiendo las circunstancias y acceder a los instrumentos de financiación a los que estaban habituados los empresarios españoles. Y por ahí se intuyen muchas más dificultades: "Viene una situación muy seria. Y lo que no está haciendo la banca es dar dinero nuevo: hay un cierre de grifo como consecuencia del deterioro de los ratios de solvencia de las empresas, que tienen más deuda pero no más ingresos. Incluso las compañías que podrían tener una cierta perspectiva de crecimiento ven que la banca no les está apoyando. Hablamos de las empresas que tienen viabilidad. Sé que es un concepto muy subjetivo, pero hay empresas que tienen capacidad a futuro: a muchas de esas empresas la banca les ha dado ya todo lo que les puede dar. Fuera del ICO, la banca tiene muchas dificultades para financiar incluso a estas empresas".

En este punto, Gedesco tiene mucho que decir. Si la banca cierra el grifo, las demás opciones de financiación tendrán la oportunidad de ir creciendo en importancia: "La financiación alternativa va a tener un empujón considerable. Las crisis traen soluciones y alternativas. Una de las claves de la anterior crisis de 2008 es que muchas empresas sólo conocían la financiación bancaria. Pero hay otras alternativas y ahora están mucho más presentes: me refiero a fondos de deuda o a entidades como Gedesco. Nosotros, por ejemplo, estamos más fuertes de nunca, porque en los últimos años hemos ido ampliando nuestra capacidad de financiación y el covid-19 nos pilló con la mochila llena de recursos".

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