El ajedrez, un juego con más de 1.500 años de historia es hoy, en 2021, más popular que nunca y ha experimentado el mayor incremento de jugadores de su historia gracias a la popularidad de la serie Gambito de Dama, impulsada además por la búsqueda de nuevos modos de conectarse entre las personas y ejercitar las habilidades en la era covid.
Pero ¿qué introduce el pensamiento del juego del ajedrez en la gestión de personas? Lo más importante. Tu movimiento se hace en base al movimiento del otro y la victoria siempre llega de dos formas:
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Por tu capacidad de conseguir que tu contrincante piense y actúe de la forma que tú quieres que piense y actúe,
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O aprovechando sus errores
Gestionar personas es la más compleja, rentable, diferencial, necesaria y sostenible competencia directiva. En 2021, un año de enormes incertidumbres, gestionar como se juega al ajedrez será clave y tenemos por delante una partida apasionante. Anticipando, pero a la vez, cambiando todo según mueve el contrincante. Es decir, en nuestro caso, el contexto socioeconómico, el contexto sanitario, el mercado, tu sector, tus clientes, tus profesionales.
Por tanto, vamos a intentar responder a la pregunta. ¿Cómo quieres jugar, a "no-perder" o a "ganar"? ¿A la defensiva o a atacar?
Según sean tus decisiones, así serán las respuestas y comportamientos de tus equipos, y, es más, así será el movimiento de todo tu ecosistema, clientes, proveedores, etc.
Movimiento 1. Hazle ver que, si pierde, será un fracasado
Nuca es fácil tomar decisiones en tu empresa, pero 2021 añade complejidad. Máxime cuando tus decisiones impactan en las personas, y aún más, si las personas te importan.
Tus decisiones, son el primer “movimiento”. Y cómo las transmites genera expectativas. Éstas pueden ser positivas, haciendo ver las oportunidades de mejora, de aprendizaje, de desarrollo, de reto y de emoción profesional, ¡de pasión! Pero también pueden ser pueden negativas, generando visiones de frustración, de agotamiento, de no alineamiento, de no creencia en tu decisión y en ti, de riesgo y de amenaza, e incluso de miedo, si esa decisión puede suponer dolor.
Pero las decisiones son necesarias en la empresa, y, en efecto, dolor (generación de visiones negativas) y/o placer (generación de visiones positivas) son las dos grandes palancas que movilizan a las personas de tu empresa a gran velocidad. Una, el dolor, que orienta la acción hacia la salvación o la mitigación de este. Otra, el placer, que nos orienta la acción hacia el orgullo del alcance de los objetivos, de ganar partidos, de ser mejor, de disfrutar, de descubrir.
En mi opinión, y basado en mi experiencia profesional, es más frecuente ver que en las organizaciones se tiende a movilizar a las personas de una manera mixta, matizo, desarrollando el concepto de “placer por dolor”. Me explico, “muestro lo bueno y maravilloso del cambio y/o de los retos a alcanzar, y, automáticamente y en el mismo momento, expongo el “sí, pero…”, si no lo alcanzamos, entonces… aparece la palanca del dolor”.
Si quiero impulsar un cambio, ¿debo confiar más en mostrar las consecuencias negativas de no hacerlo que los beneficios de conseguirlo? ¿Debo motivar con el miedo?
Si alguien te dice lo maravilloso del reto pero te expone las consecuencias dolorosas de no alcanzarlo, ¿qué vas a ver en tu retina continuamente? Pues supongo que depende de cada persona y de sus circunstancias, pero, de manera general, la referencia del fracaso tendrá más fuerza motivacional, iremos con “el freno de mano echado”.
Movimiento 2. Si has generado miedos, los comportamientos asociados no te van a gustar…, o sí.
Todo tiene consecuencias. Partiendo de la hipótesis anterior, es decir, si inicias una transformación en tu organización exponiendo los beneficios y las ventajas, las oportunidades, los retos, etc., pero subrayando acto seguido, las nefastas consecuencias de no alcanzar los objetivos: despidos, desinversiones, reduccionismo, congelación salarial, etc., llegamos a una primera consecuencia, “nuestra gente sale a competir con el rabo entre las piernas…”, o dicho de otra manera: “a que no me metan gol…”, a “proteger el no-fracaso”.
Pero eso me lleva a pensar que, si durante el periodo de transformación, pasa un tren, léase gran oportunidad -, delante de nosotros, con ese ánimo o carácter organizacional inducido, nunca, nunca, nunca, subiré a ese tren, pues lo veré como un generador de un riesgo enorme en comparación con el posible e incierto beneficio que podré encontrar. Vamos, una actitud indiscutiblemente, perdedora. Antes o temprano, esta organización, desaparecerá.
Vemos un ejemplo que refuerza lo que quiero decir en el comic titulado “El Adivino”, de Asterix y Obelix. Una persona, Prólix, que es un adelantado, llega a Le Gaullois, la aldea de los irreductibles galos, y dice que “puede prever el futuro”, y al verlo, transmite a los galos que “ve lo peor”. Es la única vez en toda la historia del comic en donde todos los galos de la invencible aldea salen de la misma y es “conquistada” por los romanos.
Por tanto, miremos con detalle, rigor, objetividad y transversalmente, datos, evoluciones, correlaciones, etc., que nos permitan sostener previsiones que no se basen en meras intuiciones que cualquier “adivino” que crea más en que los miedos son el motor de los cambios, nos venderá con profusa clarividencia y presunción de mesías salvador.
Conclusión: Está en tu mano convertir 2021 en un año extraordinario
Venimos de un año muy duro y el punto de partida anímico en este 2021 no es nada halagüeño. Por tanto, nuestras decisiones y nuestros mensajes deben tener en cuenta este contexto de desánimo general y debemos ser más conscientes que nunca de que el ánimo no se recarga rápidamente, por lo que es fundamental tener paciencia y ser consistente, no desfallecer al primer contratiempo.
Como directivo, como empresario, haz tu trabajo concienzuda y ejemplarmente. Prevé con rigor, con indicadores, y establece un horizonte que sea ilusionante. Con ello, juega tu partida, pero no tengas miedo a cambiar con el movimiento de tu competencia o del mercado o del contexto competitivo. Separarte de lo previsto es tu decisión, tendrá consecuencias, pero debes preverlas y gestionarlas. Pero, recuerda. Las personas muestran principalmente sus actitudes frente a las expectativas antes que frente a los hechos.
En 2021, tenemos que desarrollar nuevos modelos de relación con nuestros clientes, nuestros empleados, nuestros proveedores, en donde se basarán en la confianza, en tratarnos de manera humana (relaciones de humanización), de establecer un compromiso para hacer un mundo mejor para nuestro legado.
Además, no podemos dejar que nuestras organizaciones y equipos pierdan la alegría, la alegría de vivir, de ser (nuestra empresa) sus mejores clientes para ellos, ver lo positivo primero. Solo así tendremos mucho más futuro y más unidad, solidaridad, cooperación.
Por último, mucho esfuerzo, mucho trabajo. 2021 no será sencillo ni fácil. Pero 2021, el año en el que el ser humano ha vuelto a vencer, va a valer mucho la pena. No significa que en 2021 hagamos cosas extraordinarias en nuestras empresas, alguna habrá, sino que ayudemos a canalizar las cosas para que a través de las cosas ordinarias del día a día, consigamos que, en nuestra organización, sean extraordinarias, memorables, diferenciales.
Quería terminar con una situación que me resultó interesante y que creo ilustra lo que quiero decir. Fue en una reunión con un Comité de Dirección a las 8 de la mañana. Llegamos, estaba todo preparado, - mesas, documentos, cafés, zumos, bollos, etc. -, nadie pensó en que eran las 8, alguien había venido a las 6 para ello, alguien se habría levantado a las 4 de la mañana…, y ese alguien, era invisible. Y al terminar, comenté, ¿y sí preguntáis quién lo ha puesto y os vais a decirles “gracias” …?
Es tu responsabilidad…, la percepción y la visión de muchas personas dependen de ti, y hay personas que son independientes y otras son influenciables. Trabajas para toda la organización. Contagias. Juega tu partida, dirige y corrige. Pero lidera. El resultado debe ser tuyo, no de las circunstancias. Haz que sea un año extraordinario.