Fynn Kliemann tiene más de 700.000 seguidores en Instagram y más de un millón si se suman todos los que tiene en las redes sociales. Con estas cifras, este músico y youtuber alemán se ha convertido en uno de los influencers de moda en el país teutón. Sin embargo, ahora acapara los titulares por haberse comprado la casa más pequeña de Alemania. "Acabo de comprarme la casa certificada como más pequeña de Alemania", escribió en su cuenta de Instagram. "Son siete m2 de vivienda en cuatro m2 de superficie edificada. Va a ser una obra de ingeniería hasta meter dentro una cama", añadió.
La mediadora de la compra ha sido la agencia suiza Kensington, con presencia también en España. Según el precio que había publicado, el domicilio se ha vendido por 77.777 euros, o lo que es lo mismo a razón de 10.000 euros por metro cuadrado. Un precio desorbitado si se tiene en cuenta que las viviendas de obra nueva situadas en la milla de oro madrileña tienen un precio por metro cuadrado muy parecido. Sin embargo, la cantidad final ha debido de ser más alta, ya que ha habido varios interesados, entre ellos inversores estadounidenses y chinos, que han querido adquirir este curioso domicilio.
La intención del influencer, que es popular por hacer vídeos de reformas entre otras cosas, es demostrar que se puede vivir en un espacio muy reducido. Por tanto, para él es una especie de reto que compartirá con sus miles de seguidores, que ya están deseosos de ver qué hace Kliemann en una casa tan pequeña.
En cuanto a las instalaciones, la casa tiene una cama en el sobre techo, un baño pequeño con una miniducha, una cocina casi de miniatura, un salón en el que solo cabe una mesa y un sótano de dimensiones mínimas. Anteriormente, esta casa ha hecho las veces de oficina, gallinero y hasta cuarto de cisterna de agua, hasta que ahora se ha convertido en una de las viviendas más mediáticas del país.
Está ubicada en Bremen, concretamente en el casco histórico de la ciudad y en una de las calles más bonitas del mundo, según publicó New York Post. La zona tiene un gran encanto: un antiguo barrio de pescadores, que ahora es una de las zonas más visitadas de esta ciudad germana.