La desesperación y el hartazgo del sector hostelero en Cataluña provoca manifestaciones verdaderamente provocativas. Si hace unas semanas los trabajadores de un bar de Hospitalet lanzaban globos con sangre de cerdo contra la fachada de la Generalidad, ayer un grupo de hosteleros del barrio de Gracia de Barcelona, el de más voto independentista de la ciudad, daban un paso más y se manifestaban al grito de "Ayuso ven aquí" ante la perplejidad de vecinos y viandantes.
Barcelona. Barrio de Gracia. ¡Ayuso, ven aquí! pic.twitter.com/VqBsJTHHg6
— Fray Josepho (@FrayJosepho) January 28, 2021
Los intrépidos manifestantes forman parte de la Associació de Bars i Restaurants de Gràcia y recorrían el barrio haciendo sonar las cacerolas y con el mentado eslogan en favor de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Era una forma de llamar la atención que provocó cierto escándalo entre algunos residentes en el distrito, que reprochaban tanto la invocación a la presidenta popular como el hecho de que se hiciera en español en vez de catalán.
La respuesta de los hosteleros es que también protestan en catalán, pero que lo importante no es el idioma sino la situación crítica de muchos propietarios y trabajadores que llevan ya once meses de restricciones, cierres, aperturas parciales y dificultades para llevar a cabo su trabajo.
También apuntan que en Madrid, con una situación epidemiológica pareja a la de Cataluña, la administración autonómica ha sido más comprensiva con el sector.
11 mesos posant diners en els nostres negocis i demanat credits per poder sobreviure. Aqui cada dos per tres tancats i a Madrid fins fa una setmana oberts fins a les 23h.
— ASSOC.BARS I RESTAURANTS DE GRACIA (SOHO Gracia) (@SOHOGRACIA) January 27, 2021
Tenim Associats vivint al magatzem del local xq li han tret el pis. Que et sembla? https://t.co/XW86IYls9m
En Cataluña, en cambio, el grueso de las restricciones ha recaído sobre la hostelería. A mediados de octubre se decretó su cierre total, situación que duró un mes. Después, bares y restaurantes han podido abrir, pero en un horario muy reducido. De 7.30 a 9.30 para desayunos; de 13.30 a 15:30 para comidas y a partir de las siete de la tarde y hasta las diez, pero sólo para comida para llevar.
Los hosteleros catalanes se quejan además de que la Generalidad les acusa sin haber aportado prueba alguna de que en sus establecimientos es donde con más facilidad se extiende el coronavirus.