Los datos de la EPA del cuarto trimestre de 2020 muestran las terribles consecuencias en el empleo que tiene la abrupta caída de la actividad económica en el año 2020 como consecuencia del cierre productivo decretado derivado de la crisis del coronavirus, como podemos ver a continuación:
El número de ocupados aumenta en el trimestre en 167.400 personas, pero no es más que un espejismo debido al mantenimiento de las personas en ERTE (782.915 personas, según los datos de diciembre de la Seguridad Social), que estadísticamente son considerados de manera ortodoxa como ocupados, pero que tienen suspendida su relación laboral.
No obstante, de ese incremento trimestral del empleo, son Andalucía, con 97.800 empleos más, y Madrid, con 62.100 nuevos puestos de trabajo, quienes lideran la creación de empleo en España en el trimestre. Es decir, el 95,52% del empleo creado en el trimestre se produce en esas dos regiones. Baleares, por el contrario, lidera la destrucción de empleo, al perder trimestralmente 50.000 puestos de trabajo.
En tasa interanual se pierden 622.600 empleos en el conjunto nacional, lo que da muestra de la gravedad de la situación y corrobora que el incremento trimestral de empleo en España es circunstancial y debido al sostenimiento estadístico que consiguen los ERTE.
El paro desciende en 3.100 personas en el trimestre, cifra escasa para dicho trimestre, y aumenta en 527.900 personas, un 16,54% en tasa interanual. Si considerásemos como parados a los que se encuentran en situación de ERTE, habría casi 800.000 parados más. Andalucía, con 25.100 parados menos es quien lidera el descenso del paro trimestral.
De esa manera, en lugar de 3.719.800 parados tendríamos 4.502.715 parados (3.719.800+782.915), que es lo real, y en lugar de una tasa de paro del 16,13%, la real sería del 19,52%.
De esta manera, de una manera más detallada, los datos principales que arroja la EPA son:
Empleo
Frente a los incrementos interanuales de ocupación de los cuartos trimestres de 2017, 2018 y 2019, con un 2,65%, un 2,98% y un 2,06% respectivamente, el empleo cae en el cuarto trimestre de 2020 un 3,12%.
Del incremento trimestral de empleo, realmente sólo un 13,74% es a tiempo completo, pues la inmensa mayoría (144.400 de los 167.400 empleos nuevos en el trimestre) son a tiempo parcial, lo que denota la menor capacidad de generación de empleo.
De hecho, las horas efectivas trabajadas bajan un 6,11% en tasa interanual, lo que muestra claramente la caída del empleo.
Se pierden 19.800 empleos por cuenta propia (autónomos) en el último año.
El empleo privado disminuye un 4,48% en tasa interanual, mientras que el empleo público aumenta un 3,87% en el mismo período. Es decir, si los datos no son todavía peores se debe al fuerte incremento de empleos públicos habido en 2020.
Disminuye la ocupación interanual en todos los sectores:
- Agricultura: -11.800.
- Industria: -70.100.
- Construcción: -3.700.
- Servicios: -537.100.
Así, el sector servicios, que es el principal sector de la economía española es el que está siendo más afectado por el cierre productivo. Aquí se encuentran las actividades de hostelería, comercio, turismo y ocio, que están viéndose totalmente afectados por las restricciones impuestas, sin capacidad ya para aguantar mucho más, con lo que, de seguir así, en 2021 puede darse una sangría de empleo en dichas actividades.
Sube la tasa de temporalidad casi medio punto, lo que muestra la menor calidad del empleo que queda.
Paro
El paro aumenta trimestralmente en 172.500 personas entre los que perdieron su empleo hace más de un año. Esa cifra es de un incremento de 197.700 parados en tasa interanual, lo que muestra la dificultad creciente de encontrar un puesto de trabajo.
El paro aumenta en todos los sectores en tasa interanual:
- Agricultura: +500.
- Industria: +31.900.
- Construcción: +7.900.
- Servicios: +279.500
Pese al descenso transitorio del paro en tasa trimestral, por los motivos estadísticos antes mencionados, el número de hogares con todos sus miembros activos en paro aumenta en 24.300 hogares en el trimestre y se sitúa en 1.197.000 hogares, lo que muestra el profundo impacto negativo de esta crisis económica.
Aunque la tasa de actividad sube ligeramente en el trimestre por la búsqueda de empleo que posibilita el fin del encierro domiciliario, en tasa interanual cae un 0,41%, cuando en el mismo trimestre de 2017 subía un 0,08%, en el de 2018 crecía un 0,46%, y en el de 2019 se incrementaba un 1,27%.
En definitiva, el deterioro del mercado laboral sigue siendo intenso, debido al empeoramiento de la situación económica, que no consigue remontar por la mala gestión del Gobierno, que genera incertidumbre e inseguridad jurídica. Si el deterioro no es mayor se debe al efecto artificial de los ERTE, pero si la situación continúa así muchos meses más y si no se llega al verano a tiempo de poder tener una buena campaña turística, el sector servicios, especialmente las actividades de turismo, hostelería, comercio y ocio, y con él, toda la economía española, entrará en una fase de estancamiento con elevada destrucción de empleo y empeoramiento de los desequilibrios estructurales.