Cada vez más personas se están planteando lo de mudarse a un pueblo debido a la implantación del teletrabajo y a la amenaza constante de un nuevo confinamiento estricto por la covid-19. Mayor calidad de vida, viviendas más baratas y amplias, el contacto con la naturaleza, tal vez un huerto propio... son los principales alicientes que rondan por la cabeza de los que fantasean con escapar de las grandes ciudades.
Pero a la hora de la verdad, ese bucólico plan se ve saboteado por multitud de miedos que asaltan al urbanita de pura cepa. Ahí es donde aparece la web Vente a vivir a un pueblo, una plataforma que recopila los mejores destinos de la España vaciada y los clasifica dependiendo de los servicios que ofrecen.
El director del proyecto, Ramón Pradera, asegura que "hasta ahora, la comunicación que han hecho los pueblos ha ido muy orientada al mundo del turismo. Te mostraban el hotelito estupendo para pasar el fin de semana, la gastronomía suculenta de la zona y los caballos para hacer una excursión. Nosotros mostramos viviendas a buen precio, fibra óptica, colegios, guarderías, el instituto, el polideportivo, el centro cultural… toda esa información que debe tener la gente a la hora de tomar la decisión de irse a vivir a un pueblo".
La web permite buscar los municipios en un mapa. Cada pueblo cuenta con una ficha que incluye un vídeo, una breve descripción y el listado de características más interesantes como la distancia a las principales ciudades, el precio medio del alquiler y compra de vivienda, educación, sanidad, conectividad e incluso ayudas y subvenciones. También ofrece la posibilidad de comparar los pueblos para facilitar el proceso de decisión.
"La crisis de la covid empujará a las familias a dejar Madrid"
"Mucha gente ya no quiere seguir viviendo en la ciudad básicamente por tres motivos", explica Pradera: "El teletrabajo es una realidad que ya ha llegado para quedarse, ya está regulada y muchas multinacionales quieren eliminar el suelo de oficina, así que ahora puedes vivir donde te dé la gana".
El segundo perfil es el de las familias que no pueden permitirse vivir en la ciudad debido a las consecuencias económicas de la crisis del coronavirus. "Este perfil va a suponer el grueso de usuarios de la plataforma", señala Pradera. "Mucha gente afectada por un ERE o un despido ya no pueden generar los mismos ingresos y hay que tener en cuenta que en una ciudad como Madrid, el alquiler medio es de 1.300 euros al mes".
Y en tercer lugar, "está la gente que por motivos de salud, o bien por alejarse del coronavirus, o bien porque no quiere pasar otro confinamiento en un piso de 60 metros cuadrados sin jardín, quiere irse a vivir a un pueblo", explica Pradera.
La web cuenta ahora mismo con un catálogo de 50 pueblos, que son los verdaderos clientes del proyecto. Aunque "esto está creciendo a tal ritmo, que en verano estaremos incorporando cien pueblos al mes", asegura Pradera. La plataforma también prevé incorporar en un futuro próximo un portal de empleo, un listado de viviendas disponibles y una bolsa de traspaso de negocios que estén a punto de cerrar por jubilación.
La localidad pionera en entrar en Vente a vivir a un pueblo fue Covarrubias (Burgos), que también ha sido la primera en conseguir un nuevo poblador. Se trata de un empresario de unos 40 años que vivía en el céntrico barrio madrileño de Malasaña. Conoció Covarrubias a través de la plataforma y decidió trasladar su empresa allí. Ahora, como ya no pierde el tiempo en los atascos, está haciendo un curso de horticultura para plantar su propio huerto y se ha apuntado a la banda de música municipal.