La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2021, así como la aprobación de diversas leyes complementarias, ha dado luz verde al sablazo fiscaL diseñado por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y su ministra, María Jesús Montero. Las medidas recaudatorias introducidas están llamadas a aumentar la recaudación en 8.448 millones de euros, siempre y cuando se cumplan las previsiones del Ejecutivo.
Si tomamos como referencia la documentación preparada por Hacienda y aprobada por las Cortes, encontramos que el impacto total de las medidas aprobadas se reparte en 5.974 millones de euros en 2021 y 2.474 millones en 2022. Así las cosas, aunque el 71% del impacto presupuestario se daría durante 2021, año en curso, el 29% restante se trasladaría a 2022.
El impacto más alto de todas las subidas impositivas será la limitación de la exención tributaria que gozaban hasta ahora los movimientos de repatriación de dividendos obtenidos en el extranjero por filiales de empresas españolas. Si hasta ahora no se exigía ningún recargo adicional, en adelante se limitará la exención al 95%. Este golpe a la actividad internacional podría generar 1.520 millones para Hacienda si Sánchez y Montero han acertado en sus proyecciones.
La Tasa Google es el segundo tributo que mayor recaudación debería generar en 2021, con unos 968 millones, si bien el gobierno no ha recogido ninguna previsión para 2022. Lo mismo sucede con las proyecciones de ingresos ligadas al impuesto sobre los residuos (861 millones), la Tasa Tobin (850 millones) o las nuevas medidas de "lucha contra el fraude" (828 millones).
El incremento del Impuesto de Patrimonio para contribuyentes con activos de más de 10 millones de euros debería generar 339 millones de euros en cada ejercicio contemplado, para un total de 678 millones en el bienio 2021-2022. La decisión, empero, cuelga en última instancia de las comunidades autónomas, de modo que la última palabra la tendrán los gobiernos regionales, entre los que algunos, como Madrid, ni siquiera aplican este tributo.
Los planes del Ejecutivo también incluyen un repunte del Impuesto sobre las Primas de Seguros, que debería elevar en 507 millones la recaudación, así como el Impuesto sobre los Envases de Plástico, cuyo impacto alcanzaría los 491 millones, o el repunte del IRPF de las rentas altas, llamado a generar 490 millones de euros a base de elevar los tipos de los ingresos del trabajo y del ahorro. Por último, el IVA de las bebidas azucaradas está ligado a una proyección de 400 millones en ingresos adicionales, mientras que la enigmática categoría de "otras medidas" podría generar 250 millones y el Impuesto a las Socimi aportaría 25 millones.
En total, un sablazo fiscal de 8.448 millones de euros que, en cualquier caso, palidece en comparación con el aumento del gasto previsto para 2021 y 2022. No hay que olvidar que, según el Fondo Monetario Internacional, el déficit público alcanzará los 86.634 millones en 2021, cifra a la que habrá que sumar un descuadre de 72.992 millones en 2022. Por lo tanto, las más de diez subidas fiscales que plantean Sánchez y Montero cubren apenas el 5% del déficit que se generará entre el año en curso y el próximo ejercicio, lo que evidencia el preocupante desaguisado fiscal que enfrenta nuestro país.