El fabricante aeronáutico Boeing pagará 2.500 millones de dólares (más de 2.036 millones de euros) para resolver los cargos penales de los que le acusa el Departamento de Justicia de Estados Unidos por conspiración para defraudar al ocultar información sobre los modelos 737, después de sufrir dos accidentes en un periodo de seis meses, uno en Indonesia y otro en Etiopía, en los que fallecieron un total de 346 personas.
En una declaración del Departamento de Justicia de Estados Unidos, se explica que la conspiración para defraudar está relacionada con la información facilitada a la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos sobre estos modelos de avión.
Ambas partes han llegado a un acuerdo por el que el fabricante estadounidense acepta pagar 2.500 millones de dólares (más de 2.036 millones de euros) como responsable de sus empleados "por su falta de sinceridad" con la FAA sobre el sistema de estabilización MCAS (Sistema de Aumento de las Características de Maniobras) presuntamente relacionado con los accidentes de avión de su modelo 737 MAX 8 registrados en Etiopía e Indonesia.
"Los trágicos accidentes del vuelo 610 de Lion Air y el vuelo 302 de Ethiopian Airlines revelaron la conducta fraudulenta y engañosa de los empleados de uno de los principales fabricantes de aviones comerciales del mundo", señala el fiscal general adjunto interino David P. Burns de la División de lo Penal del Departamento de Justicia.
Así, la resolución señala que, como Boeing admitió en documentos judiciales, la compañía "engañó" a la FAA sobre "una parte importante de la aeronave" como el MCAS "que afectó el sistema de control de vuelo del Boeing 737 MAX". Debido a este "engaño", añade, "un documento clave publicado por la FAA AEG carecía de información sobre MCAS y, a su vez, los manuales de aviones y los materiales de capacitación de pilotos para las aerolíneas con base en los EEUU carecían de información sobre MCAS".
"Los empleados de Boeing eligieron el camino de las ganancias sobre la franqueza al ocultar información material de la FAA sobre la operación de su avión 737 Max y realizar un esfuerzo por encubrir su engaño", ha añadido el fiscal David P. Burns. "Esta resolución responsabiliza a Boeing por la mala conducta criminal de sus empleados, aborda el impacto financiero para los clientes de las aerolíneas de Boeing y, con suerte, proporciona alguna medida de compensación a las familias y beneficiarios de las víctimas del accidente", ha zanjado.
El fabricante aeronáutico estadounidense Boeing registró pérdidas de 3.502 millones de dólares (2.987 millones de euros) hasta septiembre de 2020, en oposición a los beneficios de 374 millones de dólares (319 millones de euros) del pasado año, cuando las cuentas de la compañía ya se vieron gravemente afectadas por la crisis del 737 MAX.
Un 737 se estrella en Indonesia con 62 personas
Esta noticia se une a la del siniestro de un Boeing 737-524 matriculado en 1994, que se estrelló el sábado 9 de enero en el Mar de Java después de haber despegado del Aeropuerto Internacional Sukarno-Hatta, en la capital indonesia, con destino a Pontianak, capital de Borneo Occidental. Este modelo de 737 no guarda relación con los 737 MAX siniestrados en 2018 y 2019.
Las autoridades anunciaron la tarde del sábado que se había perdido el contacto con el aparato a las 14.40 (hora local, 6:40 GMT), unos trece minutos después del despegue y sin que el Transmisor Localizador de Emergencia (ELT) hubiera emitido aviso alguno.
En aquel momento, el avión había cambiado bruscamente de dirección y perdía altura a gran velocidad, lo que suscitó que la torre de control preguntara a los pilotos qué estaba sucediendo cuando, repentinamente, desapareció del radar.
De momento, se desconocen las causas del siniestro del avión, en el que viajaban 50 pasajeros, incluidos tres bebés y otros siete menores de edad, y doce tripulantes, todos ellos de nacionalidad indonesia.
Bagus Puruhito, director de la agencia indonesia de búsqueda y rescate, indicó que han captado dos señales que pertenecerían a las cajas negras del aparato —que registran los datos del vuelo y las conversaciones de cabina— y han logrado delimitar a un área de entre 150 y 200 metros la posible localización.
Los buzos tienen todavía que encontrar el punto exacto donde se hayan los dispositivos entre la maraña de restos de la aeronave que descansan el fondo del mar y a una profundidad superior a 20 metros.
Las autoridades, que han desplegado 53 barcos y 18 lanchas y han ampliado el perímetro de la búsqueda, según informó hoy la agencia de rescate, confían en que la recuperación de las cajas negras sea rápida.