Desde que el gobierno de España abandonó su apuesta por un "mando único" sanitario y permitió a las comunidades autónomas un mayor grado de autonomía para luchar contra el covid-19, Madrid se desmarcó con una franca apuesta contra el confinamiento y por la adaptación. Aunque el enfoque del equipo de gobierno comandado por Isabel Díaz Ayuso recibió todo tipo de críticas, los datos no tardaron en darle la razón.
Así, si estudiamos la mortalidad acumulada desde finales de noviembre hasta finales de diciembre, encontramos que la cifra de decesos registrada en 2020 ha sido un 10,4% inferior a la del mismo periodo de 2019. Ampliando el foco y estudiando todo el último cuatrimestre, los datos de fallecimientos se mueven dentro de parámetros normales. Y, si comparamos estas cifras con otras comunidades, podemos ver que Madrid es la tercera región con menos muertes por habitante desde septiembre hasta diciembre.
Las fechas navideñas han puesto a prueba este enfoque, puesto que los compromisos familiares y sociales y la relajación de las medidas de precaución por parte de muchos ciudadanos han favorecido un mayor nivel de transmisión del patógeno. Sin embargo, cuando estudiamos los datos de diciembre y los comparamos con los de septiembre, podemos ver importantes diferencias.
Por ejemplo, si tomamos veinte días hábiles de septiembre (excluyendo fines de semana, para los que no se presentan datos) y hacemos lo propio con diciembre (de nuevo, dejando sábados y domingos fuera del cálculo), encontramos que el número de hospitalizados por covid-19 pasó de 1.800 a 3.140 en septiembre, mientras que en diciembre lo hizo de 1.445 a 1.670.
¿Qué quiere decir esto? En esencia, que la "segunda ola" (septiembre) multiplicó por 1,73 el número de personas hospitalizadas por el nuevo coronavirus, mientras que la "tercera ola" (diciembre) multiplicó por 1,16 el número de pacientes afectados por dicha enfermedad. El aumento de la propagación, pues, fue un 33% menor, a pesar de las fechas navideñas.
También es importante apuntar que el número de pruebas realizadas fue similar (en torno a 650.000 mensuales), pero la positividad fue marcadamente inferior en diciembre (se situó alrededor del 7%, mientras que en septiembre alcanzó niveles del 15,5%).
Más capacidad gracias al Zendal
En este sentido, si comparamos los datos de ambos periodos, vemos que el 30 de septiembre había un 24% de camas hospitalarias ocupadas por pacientes con covid-19, mientras que la presencia de estos enfermos en las unidades de cuidados intensivos ascendía al 42%. El 30 de diciembre, en cambio, estos porcentajes eran del 12% y del 25%, de modo que se situaban un 50% y un 40% por debajo, respectivamente. Esto tiene mucho que ver con la menor propagación del virus, pero también con la multiplicación de la capacidad sanitaria propiciada por el nuevo Hospital Isabel Zendal.
Por último, no hay que olvidar que el porcentaje de positivos diagnosticados en diciembre que requirieron hospitalización fue de un 4%, frente a un promedio nacional del 7%, lo que sitúa a Madrid un 43% por debajo de los niveles observados en el conjunto del territorio español y confirma que ha logrado proteger mucho mejor a los grupos de riesgo que otras comunidades.