El depósito bancario realmente es como una cuenta de ahorro ya que, nos da una remuneración si entregamos una cantidad de dinero a una entidad de crédito durante un tiempo determinado. Pasado ese tiempo, la entidad bancaria lo devuelve junto con la remuneración pactada.
Tenemos que tener en cuenta que, durante ese tiempo, no podemos hacer uso de esa cantidad. El banco podría tener una cláusula en el contrato que nos penalizaría en caso de sacarlo antes del tiempo pactado.
Para conseguir una máxima rentabilidad, los depósitos más habituales son los de plazo fijo. Estos depósitos a largo plazo son los depósitos bancarios más seguros que existen. Ya que tanto la inversión inicial como la rentabilidad final tienen una doble garantía: la entidad y el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
Por esa y otras muchas razones, como, por ejemplo, su transparencia o su simplicidad, los depósitos bancarios a plazo fijo son una buena opción si quieres invertir dinero sin riesgo. Y es que tienes la garantía de que volverás a recuperar el dinero depositado en el banco al vencimiento del producto.
Si quieres elegir el mejor depósito bancario puedes comparar depósitos bancarios a través de comparadores especializados en la materia.
¿Cómo elegir el mejor depósito bancario?
A parte de buscar en el comparador de depósitos hay varios factores que debes de tener en cuenta a la hora de escoger el depósito bancario. A continuación, te los vamos a enumerar:
1. Plazo y modalidad
Según tu planificación financiera debes tener en cuenta el plazo y la modalidad. Dispones de tres tipos:
- Depósitos a plazo fijo: son los depósitos más conocidos. Como ya hemos mencionado, el dinero depositado generará una remuneración a partir de una rentabilidad fija de la que no se podrá disponer durante un periodo de tiempo contratado.
- Depósitos estructurados: ofrecen una mayor rentabilidad, pero está sujeta a varios factores, que pueden incluso dejarnos sin remuneración.
- Depósitos combinados: consiste en tener varios productos de inversión, uno de ellos es el plazo fijo y el otro suele ser una renta variable. Como, por ejemplo, un fondo de inversión, un plan de pensiones, etc.
2. Impuestos
En España, si tus intereses obtenidos pasan de 6000 euros, tendrás que pagar el 19% de tus ganancias a Hacienda. Pero los impuestos cambian según el país.
3. Rentabilidad del depósito
Aquí debes tener en cuenta dos aspectos: El tipo de interés Nominal o TIN (rentabilidad que ofrece el banco) y la Tasa de Anual Equivalente (rentabilidad real porque descuenta los gastos y las comisiones del TIN).
Esta tasa se utiliza para comprar productos financieros, por lo que, si inviertes, por ejemplo, 10.000 euros en un depósito fijo a 1 año con un TIN del 2% y retiras el dinero una vez pasado ese tiempo, habrás ganado 200 euros antes de impuestos.
4. Comisiones y pagos
Ante cualquier contrato que nos pongan por delante sea financiero o no, hay que leerlo bien y detenidamente.
En este caso una vez contratamos un depósito debemos leerlo bien para saber si existe algún coste en caso de retirar tu dinero antes de la finalización del plazo.
En el momento en el que decidimos abrir un depósito bancario, es necesario abrir una cuenta de banco que puede tener intereses altos.
Por norma general, este tipo de cuentas debería estar libre de comisiones, pero suele venir con comisiones escondidas. Lo que suele llamarse "la letra pequeña".
Algo que está considerado como una práctica pésima por el banco de España hacia las entidades, que vuelven buenos productos en productos pésimos.
Después de hacer este breve análisis, podemos afirmar que el depósito que más rentable sale a largo plazo, es el depósito a plazo fijo. Aunque todo depende de tus necesidades.