FlixBus, la compañía alemana low cost que ofrece servicios de autobuses interurbanos en Europa y en Estados Unidos reclama una liberalización del sector en España, siguiendo lo que se ha hecho con el ferroviario y lo que ya se hizo en Italia y Francia en el año 2015. "Las líneas de avión están liberalizadas, las de tren también, pero las líneas de autobús se siguen considerando públicas. Eso no sucede en ningún país de nuestro entorno", explica el director general de FlixBus en España, Pablo Pastega, en una entrevista con Business Insider España.
Pasteaga explica que una apertura del sector a la competencia podría abaratar el precio de los billetes en "por lo menos, un 50%" en las rutas de larga distancia como Madrid-Bilbao. "La oferta no está adaptada a la demanda ni a los precios porque no existe competencia real", señala el director general de FlixBus en España. Lo cierto es que la empresa opera en 32 países y solamente en España no realiza rutas domésticas, ya que se considera que son públicas.
Esta compañía tiene unos precios ultracompetitivos. Tanto, que hace unos meses ofreció viajes a Portugal a 0,99 euros.
Del mismo modo, el directivo señala que más del 50% de los concursos del sector en España están vencidos desde hace 5 o hasta 10 años y que hayan pasado 2 años sin ninguna renovación de concesiones. Por todo ello, la empresa ha pedido formalmente al Gobierno que liberalice este sector, ya que sería una manera de abrir la puerta a la competencia y de mejorar los precios, algo que beneficiaría a los clientes. A esta reclamación se suma también el hecho de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) haya detectado la necesidad de aumentar la competencia actual.
Desde la CNMC ya publicaron un estudio el año pasado en el que se advertía lo siguiente: "Estas deficiencias podrían dificultar la competencia entre empresas, favorecer a los anteriores concesionarios, y perjudicar al usuario, en forma de mayores precios y/o de una menor calidad del servicio".
En la actualidad, el sistema funciona de una manera sencilla. Se concede mediante un concurso público a una sola empresa el servicio de una ruta en concreto. Además, las rutas más rentables subvencionan a las deficitarias, esto hace que los trayectos más demandados sean más caros de lo que serían en un sistema de precios libre debido a que se utiliza para mantener aquellas líneas no rentables. Por tanto, la liberalización abriría el sistema a que varios operadores compitieran operando las mismas rutas.