La cotización de Indra remonta casi un 4,18% en el último mes de un ejercicio de fuerte volatilidad en los mercados por culpa de la pandemia del Covid-19.
La evolución de Indra en el último mes contrasta con el descenso del 0,039% registrado por el Ibex, lo que reflejaría que la compañía que preside Fernando Abril-Martorell es una de las que presentan mayor potencial de revalorización en los primeros meses de 2021, según analistas consultados.
Su cotización despide el año en 6,98 euros, frente a los 6,70 con que iniciaba diciembre, alejado de los 5,13 euros mínimos a los que cayó con la segunda ola de contagios del virus.
No ha podido, sin embargo, enjugar todo el camino cedido por la crisis económica ocasionada por la pandemia y retrocede un 31,43% en el conjunto del año.
Pese al impacto del Covid en sus cuentas, (que le llevaron a registrar pérdidas de 31 millones de euros en los nueve primeros meses), ha llevado a cabo un plan de acciones para superar las dificultades generadas por los cambios estructurales de los sectores donde tiene presencia su negocio, adaptarse a las nuevas condiciones del mercado y la demanda y mejorar su competitividad.
En los nueves primeros meses del año Indra ha logrado situar de nuevo la cartera en su nivel histórico más alto, al alcanzar entre enero y septiembre los 5.150 millones de euros, un 17,6% más que el año anterior. La contratación neta aceleró su crecimiento hasta un +11,4% en moneda local (+7,5% en reportado), impulsada por el fuerte crecimiento de la división de Transporte & Defensa.
En los tres primeros trimestres destacó la contribución de los servicios digitales de la división Minsait, que fue de 362 millones (26% de las ventas de Minsait), lo que supone un crecimiento del 11,6%.
Indra había rebajado la deuda neta a cierre de septiembre a 626 millones de euros, por debajo de los 730 de los nueve primeros meses del año pasado.