Los ministerios de Transición Ecológica y de Transporte están llamados a concentrar el grueso de las inversiones ligadas al "Mecanismo de Recuperación y Resiliencia", el pomposo nombre con el que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha bautizado el Fondo de "Rescate" facilitado a España por la Unión Europea.
Según una información publicada por el diario Expansión, el departamento de gobierno que dirige Teresa Ribero manejará 6.805 millones de euros, mientras que la cartera ostentada por José Luis Ábalos controlará 4.982 millones. También se sitúan en cifras de cuatro dígitos los ministerios de Economía (3.654 millones), Sanidad (2.944), Educación (1.853), Industria (1.708), Trabajo (1.167) y Ciencia e Innovación (1.102).
Por el contrario, no alcanzarán el umbral de los 1.000 millones de gasto vinculado a los fondos europeos los ministerios de Derechos Sociales (917 millones), Agricultura (406), Política Territorial y Función Pública (240), Cultura y Deporte (206), Universidades (204), Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (192) y Asuntos Exteriores (128).
La información del diario salmón apunta también que los ministerios de Interior, Igualdad, Justicia, Consumo y Defensa "no aparecen con asignaciones significativas en el reparto de los fondos", de manera que apenas se espera su participación en el conjunto de proyectos que pretende impulsar la Administración Sánchez.
Dudas sobre la capacidad de gestión
El Tribunal de Cuentas Europeo ha evaluado recientemente la capacidad demostrada por los distintos Estados miembros de la Unión a la hora de gestionar los fondos comunitarios a los que tienen derecho. Según dicho estudio, publicado a comienzos de septiembre, España gasta apenas el 39% de las ayudas a las que tiene derecho. Es el tercer resultado más bajo de la UE-27, solo empeorado por Croacia e Italia.
Esta información significa que el 61% restante se pierde, bien sea por falta de eficacia en la tramitación, por atascos burocráticos, por falta de proyectos, por falta de control efectivo del gasto o por mera incapacidad y dejadez política. Se trata de uno de los porcentajes más elevados de toda Europa y de uno de los motivos por los cuales el gobierno de Sánchez enfrenta con preocupación la necesidad de tramitar un volumen de recursos muy elevado.