Al igual que otras ramas de actividad del sector cultural, el sector taurino ha experimentado un duro correctivo durante el año 2020. Frente a los 1.500 espectáculos organizados durante la pasada temporada, el año del coronavirus se ha cerrado con una reducción de festejos sin precedentes, cercana al 90%.
En total, las pérdidas ocasionadas por la pandemia rondan los 450 millones de euros, según estimaciones de la plataforma especializada La Economía del Toro. De esta cifra, alrededor de 110 millones se corresponden con el desplome de facturación de las ganaderías de lidia. Por otro lado, las pérdidas que ha sufrido el mundo taurino también han golpeado duramente a sectores tan dispares como la hostelería y la restauración.
De cara a 2021, el plan para el regreso a la normalidad de la plaza de toros de Las Ventas sigue siendo una incógnita. De momento, ha trascendido que la Comunidad de Madrid extenderá hasta mediados de 2022 el periodo de gestión de Plaza 1, la UTE conformada por el productor francés, Simón Casas, y el director general de Nautalia, Rafael García Garrido. El propio Garrido ha deslizado en varias intervenciones mediáticas que ve más complicada la celebración de la Feria de San Isidro (mayo-junio) que la Feria de Otoño (septiembre-octubre). El toreo mueve más de 400 millones de euros en la región madrileña.
Por su parte, la empresa Pagés, que gestiona la plaza de toros de Sevilla desde 1932, ha anunciado que su intención es dar toros el próximo mes de Abril. A pesar de que el Ayuntamiento hispalense ha suspendido la Semana Santa y la Feria de Abril, la empresa taurina que comanda Ramón Valencia ha anunciado que quiere organizar la tradicional corrida del Domingo de Resurrección y acompañarla de seis espectáculos más, celebrados de viernes a domingo en dos fines de semana consecutivos. Mientras tanto, Pagés libra una disputa judicial con la Real Maestranza, entidad propietaria del coso. La empresa gestora reclama 6 millones de euros puesto que argumenta que el canon exigido por los maestrantes (25% de la facturación anual) debe calcularse excluyendo el IVA.
El toreo mueve 850 millones en Andalucía y Sevilla es su epicentro, pero los ojos del sector también están puestos en Málaga, que acaba de lanzar su concurso de licitación para buscar empresa. En juego, una plaza cuya facturación supera los dos millones de euros pero que no llega a encontrar estabilidad en su gestión desde hace muchos años.
En Castellón y en Valencia se rumorea que los planes del empresariado taurino pasan por volver a una cierta normalidad en 2021. En condiciones normales, el ciclo de La Magdalena supone una inyección de 5 millones en la economía castellonense, mientras que las corridas de Fallas añaden 14 millones al tejido productivo de la ciudad del Túria. Los gestores de ambos cosos (la Casa Matilla y Simón Casas, respectivamente) ya han anunciado que tienen previsto organizar dos ciclos reducidos, de unos cuatro festejos cada uno, durante el mes de marzo.
Un punto de inflexión
En los últimos años, el empresariado taurino español ha vivido algunas transformaciones de calado:
- El directivo del sector turístico, Rafael García Garrido, ha entrado con fuerza en el sector taurino. De la mano de su socio Simón Casas, ha alcanzado la gestión de la madrileña plaza de toros de Las Ventas.
- El magnate mexicano Alberto Bailleres controla las plazas de toros de Bilbao, San Sebastián, Salamanca, Almería, Logroño, Badajoz, Palencia y Olivenza, gracias a su alianza con José Cutiño y la Casa Chopera.
- La Casa Matilla ha consolidado su poderío, no solo por su manejo de plazas como Castellón, Jerez o Valladolid, sino especialmente por la fuerza de sus apoderamientos, ligados a algunos de los toreros de mayor fuerza en taquilla, como Morante de la Puebla, José María Manzanares o El Fandi.
- Carlos Zúñiga y José María Garzón han entrado en el circuito de las Plazas de Primera Categoría, al convertirse en los nuevos empresarios de Zaragoza y Córdoba, respectivamente. También emerge con fuerza la figura de Alberto García y su empresa Tauroemoción, que ha acumulado un importante número de cosos de Segunda y Tercera Categoría, amén del apoderamiento de una baraja de toreros.
Por otro lado, la televisión se ha convertido en un pilar esencial del toreo. Dos de cada tres espectáculos organizados en 2020 fueron rentables gracias a la presencia de los distintos canales que apuestan por el arte de Cúchares, entre los que destacan las retransmisiones ofrecidas por Movistar+ (TV de pago), Castilla-La Mancha Media y Canal Sur.