Las informaciones referidas a la salud fiscal del Estado emplean una contabilidad distinta a la que sigue el sector privado. En vez de medir el déficit o la deuda pública en relación con los ingresos o los activos disponibles, la contabilidad oficial compara tales magnitudes con el PIB. Este tipo de enfoque, favorecido por las Administraciones públicas, complica enormemente el entendimiento de estos asuntos por parte del grueso de la población.
¿Qué podemos hacer para que se entiendan mejor estas cuestiones? El Instituto Económico Molinari, uno de los think tanks más influyentes de Francia, ha propuesto una solución divulgativa basada en calcular el déficit público en términos de caja y expresarlo a continuación en términos de calendario. Así, si un Estado financiase el 50% de sus gastos a golpe de endeudamiento, entonces diríamos que el 1 de julio se alcanza el Día de la Deuda.
En la práctica, el cálculo de esta métrica para 2019 revela que, en promedio, los países miembros de la Unión Europea agotan sus recursos 15 días antes de final de año, es decir, el 17 de diciembre. Sin embargo, se observa una gran variabilidad entre las 27 economías analizadas. Así, Luxemburgo, Malta, Grecia, Austria, Croacia, Irlanda, Países Bajos, Suecia, Alemania, Bulgaria o Dinamarca obtienen recursos fiscales suficientes para cubrir todo su gasto anual, mientras que otros dieciséis países miembros, entre ellos el nuestro, agotan sus ingresos antes de final de año y se ven obligados a financiar la brecha resultante con deuda.
España es el quinto país con peor cumplimiento presupuestario en términos de caja. Solo lo hacen peor Rumanía, Francia, Letonia y Bélgica. De acuerdo con el Instituto Económico Molinari, nuestro Día de la Deuda llegó el pasado 6 de diciembre, de modo que el gasto público financiado con deuda equivale, prácticamente, a vivir a golpe de crédito durante uno de los doce meses del año. En términos porcentuales, el gasto de 2019 habría sido un 7% mayor que los ingresos.
El agujero de nuestra Seguridad Social, único en Europa
Sin embargo, lo más notable del informe elaborado por la institución gala es su cálculo del Día de la Deuda para el sistema de pensiones. Siguiendo el mismo enfoque, encontramos que la Seguridad Social española agota sus ingresos 32 días antes de final de año. Solo Hungría nos acompaña en este escenario, aunque su déficit equivale a 8 días del calendario. En la práctica, esto equivale a que 1 de cada 12 euros de gasto en pensiones se financien con cargo al Tesoro, en vez de con ingresos por cotizaciones.
Otros dos países de la UE mantienen el sistema en un equilibrio exacto (Eslovenia y Dinamarca), puesto que sus gastos son iguales a sus ingresos. En cambio, la norma observada en el grueso de socios comunitarios es la obtención de un superávit, que equivale a 1 día de gasto en pensiones en el caso de Austria, 3 días en Rumanía e Italia, 4 días en Bélgica y Croacia, 5 días en Alemania y Eslovaquia, 6 días en Bulgaria, 7 días en Suecia, 8 días en Francia, 13 días en Polonia y República Checa, 14 días en Estonia, 16 días en Grecia, 19 días en Países Bajos, 20 días en Lituania, 27 días en Finlandia, 37 días en Letonia, 39 días en Luxemburgo, 42 días en Portugal y 125 días en Chipre.
Por lo tanto, no solo tenemos una situación presupuestaria francamente peor que la del resto de países miembros, sino que nuestra Seguridad Social presenta una anomalía alarmante que, medida en términos de caja, equivale a pagar un mes entero de pensiones a base de emitir más endeudamiento.