Cada semana, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid publica el Informe Epidemiológico Semanal, un documento estratégico que ofrece información de gran utilidad sobre la evolución de la pandemia en la región. Ahora que se acercan las fechas navideñas, es interesante evaluar la última edición de dicho estudio, publicada durante la tarde del 22 de diciembre.
Si estudiamos la evolución desde mediados de mayo hasta la tercera semana de diciembre, encontramos que la comúnmente denominada "segunda ola" se salda, de momento, con 25.706 fallecimientos por todo tipo de causas. El 50,2% de los finados son hombres, mientras que el 70,8% tiene 75 años o más.
¿Cuánto supone esta cifra de fallecidos? Al contrario de lo sucedido en la "primera ola", cuando la estrategia y la gestión sanitaria estuvieron sujetas al "mando único", los datos de la "segunda ola" que acaban de salir a la luz revelan un aumento muy moderado de la mortalidad total registrada en la Comunidad de Madrid.
Para ser precisos, la mortalidad proyectada a partir de la evidencia de años anteriores era de 24.922 decesos, mientras que las cifras reales que arrojan los siete últimos meses alcanzan 25.706 fallecimientos, de modo que el exceso de mortalidad de la "segunda ola" es de apenas un 3,1%. La apuesta de Madrid por la adaptación no ha provocado, pues, el repunte de fallecimientos que pronosticaron los más agoreros. Por comparación, el manejo de la "primera ola", marcado por la estrategia de confinamiento generalizado que impuso el gobierno central, se saldó con un aumento de la mortalidad del 56%, con "picos" estadísticos que llegaron a suponer un repunte del 156% durante el mes de abril.
Afinando en el estudio de estos datos referidos a la evolución de la mortalidad en Madrid vemos que la fecha del 16 de agosto marca un punto de inflexión y puede ser considerada el verdadero comienzo de la "segunda ola", que habría tocado techo el 24 de septiembre y habría tendido a la baja desde el 26 de octubre. Como puede verse en el siguiente gráfico, la tendencia de las últimas semanas es claramente favorable:
¿Y qué pasa si centramos el tiro en las últimas semanas? En algunos medios críticos con el gobierno de Isabel Díaz Ayuso se habla ya de "tercera ola" o de "descontrol" en las fechas previas a la Navidad. Sin embargo, las cifras son claras. Considerando las cuatro últimas semanas, desde el 23 de noviembre hasta el 22 de diciembre, se han registrado 2.890 decesos frente a los 3.224 que sugerían los patrones observados en los últimos años.
Esto significa que en vez de darse un exceso de mortalidad, se ha dado un déficit de mortalidad equivalente a 334 decesos menos de lo esperado. Esta caída supone una reducción del 10,4% y confirma que la estrategia de adaptación sigue dando sus frutos, como queda de manifiesto al comparar la evolución de las muertes por covid-19 durante todo el año 2020.
Cabe recordar, por otro lado, que Madrid es la tercera región con menos muertes por habitante desde el mes de septiembre, de modo que la estrategia de adaptación se ha confirmado como una receta inteligente para salvar vidas y salvar la economía.