Estados Unidos es uno de los países con mayor libertad económica del mundo. En 2020, la economía norteamericana alcanzó el puesto 17 en el ranking del Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage y el número 6 en la tabla de Libertad Económica en el Mundo que elabora el Instituto Fraser.
Sin embargo, en el seno de la Unión hay importantes diferencias en el grado de libertad económica de sus distintos territorios. Así lo certifica el subíndice de libertad económica que elabora el propio Instituto Fraser y que, en su edición más reciente, eleva a New Hampshire al primer puesto de la lista, lo que le convierte en el Estado con la economía más libre de todo el país.
El informe asigna 7,84 puntos sobre un total 10 al territorio líder, lo que supone unas pocas décimas más que los 7,73 puntos obtenidos por Florida. La élite del subíndice la completan Virginia, Texas y Tennessee. Salvo Virginia, cuatro de estos cinco territorios se abstienen de aplicar un recargo estatal en el Impuesto sobre la Renta.
Como puede verse en la anterior tabla, dos de los Estados más poblados del país figuran a la cola del estudio elaborado por el Instituto Fraser. Se trata de California, que recibe 4,71 puntos y aparece en el número 47 de la lista, y Nueva York, que se queda en 4,25 puntos y ocupa el último lugar de los 50 escalones del ranking.
Si nos fijamos en la puntuación obtenida por estos dos grandes territorios, conocidos por ser los grandes feudos electorales de la izquierda política americana, encontramos que la nota media de Florida y Texas, dos Estados predominantemente escorados a la derecha política, asciende a 7,67 puntos, un 71% por encima del promedio que se anotan California y Nueva York (apenas 4,48 puntos).
El éxodo de empresas y trabajadores
Las malas políticas de Nueva York se traducen, desde hace años, en una pérdida progresiva de población. Desde enero, la cifra neta de migraciones interestatales arroja un saldo negativo neto de 70.000 personas. Por otro lado, los ingresos obtenidos por los trabajadores que han salido de Nueva York ascienden a 34.000 millones de dólares. Algo similar le ocurre a California, que también pierde población a marchas aceleradas y se deja 136.000 habitantes entre julio de 2019 y el mismo mes de 2020.
Es importante señalar, por otro lado, que el éxodo ya estaba en marcha antes de la pandemia. La ciudad de Nueva York, por ejemplo, perdió 376 residentes ¡al día! durante el año 2019, según datos del Censo. Algo similar sucedía en Los Ángeles, que ya perdía 260 habitantes ¡cada 24 horas! antes del desastre sanitario-económico del covid-19. Al contrario, ciudades como Tampa, en Florida, o Dallas, Austin y Houston, en Texas, se estaban moviendo en cifras de entre 100 y 200 nuevos residentes al día, si bien la cifra más favorable del mapa es la de Phoenix, en Arizona, con 213 nuevos habitantes por jornada durante el curso 2019.
En clave empresarial, el fenómeno empieza a cobrar cada vez más relevancia. Elon Musk, presidente de Tesla, ha cambiado California por Texas y prepara movimientos similares con la producción de su compañía, siguiendo así los pasos de empresas de Silicon Valley como HP u Oracle. Al hilo de estos movimientos, se entiende mejor los peores indicadores de California y Nueva York en campos como la pobreza, donde el territorio de la Costa Este obtiene los peores resultados del país.