La plataforma de alquileres de pisos vacacionales, Airbnb, ha debutado en Wall Street. Lo ha hecho semana a pesar de la crisis que está viviendo el turismo en todo el mundo. De hecho, en los documentos presentados en su oferta pública de venta (OPV) se muestra cómo los números no han jugado a favor de la compañía.
Aún así, Airbnb protagonizó el pasado jueves un arrollador estreno en bolsa, con un primer día de cotización en el que el precio de sus acciones se dobló y que sitúa la valoración de la plataforma por encima de sus principales competidores y de las grandes cadenas de hoteles.
Los títulos de la compañía con sede en San Francisco (EEUU) cerraron su primera jornada en el Nasdaq de Nueva York con un precio de 144,71 dólares, un 112,8% más que los 68 dólares que se habían fijado de cara a su salida al mercado. Airbnb alcanza así una capitalización de unos 86.500 millones de dólares, más del doble de lo que preveía un día antes, y que la coloca ligeramente por encima del gigante de las reservas hoteleras Booking.
Malos tiempos para el turismo
Aunque ha revolucionado el mercado, en el segundo trimestre del año Airbnb registró unas pérdidas de 575,5 millones de dólares (476 millones de euros), mientras que en el tercer trimestre ya obtuvo beneficios por valor de 219,3 millones (181,4 millones de euros) por el coronavirus. Lo positivo es que, si bien los ingresos del periodo veraniego cayeron un 18% con respecto al 2019, sus competidores como Booking.com o Expedia registraron descensos del 48% y del 58% respectivamente.
Precisamente, esta fortaleza en la caída es una de las grandes bazas de la plataforma, que también se sometió a una fuerte reestructuración para hacer frente a la actual crisis del sector. De enero a septiembre, la compañía ingresó un 32% menos que en 2019 y las perdidas totales se situaron en 696,9 millones de dólares (576,5 millones de euros). Por ello, Airbnb despidió al 25% de su plantilla, concretamente a 1.900 empleados en todo el mundo para poder superar esta situación.
Otra gran salida
Aunque su nombre es menos conocido en España, también ha debutado en Wall Street DoorDash, una plataforma de envío de comida a domicilio similar a Uber Eats. Si bien Airbnb ha salido en uno de los momentos más delicados que ha atravesado el turismo en los últimos años, DoorDash saldrá en su mejor momento. La compañía duplicó la facturación hasta los 1.900 millones de dólares (1.571 millones de euros) y redujo las pérdidas hasta los 149 millones (123,2) en los nueve primeros meses del año.
La fortaleza de DoorDash es que es líder en Estados Unidos con el 50% de la cuota de mercado en el sector. Detrás de ella le sigue Uber Eats con el 26% y Grubhub con el 16%. Además, esta victoria la ha conseguido en solo tres años, ya que en 2017 contaba con el 17% de la cuota de mercado.
En su estreno, las acciones de la aplicación de reparto de comida a domicilio se dispararon este miércoles un 80% en su estreno en Wall Street, donde alcanzaron un precio de 182 dólares por acción en la apertura del parqué neoyorquino, lo que situó la valoración de la empresa en el mercado en más 68.000 millones de dólares. Al cierre de Wall Street, las acciones de DoorDash habían avanzado a lo largo de la jornada un 83,53%, hasta los 187,20 dólares.