Vuelco en el mercado laboral. Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) se han vuelto a incrementar en noviembre hasta los 746.900 afectados. Esta cifra supone 18.487 trabajadores más que en octubre. Fue el pasado 30 de abril cuando se produjo el pico máximo de los ERTE, con casi 3,4 empleados bajo el paraguas del instrumento laboral más utilizado de la crisis del coronavirus. La economía española había sufrido un duro cerrojazo y las empresas que no pudieron adaptarse al teletrabajo -por tratarse de actividades necesariamente presenciales- se paralizaron.
Cuando los negocios comenzaron a abrirse, el número de ERTE empezó a descender mes a mes. En mayo se incorporaron a sus puestos de trabajo 457.909 personas respecto a abril; en junio, 546.545 respecto a mayo; en julio, 712.000 y en agosto, 306.104. Ya en septiembre empezaron a observarse las primeras señales de los ERTE zombies, con solo 83.529 personas regresando a sus puestos de trabajo. Esta reincorporación era mucho mas lenta que la de los meses anteriores, lo que auguraba un terrible desenlace: muchos de los trabajadores que no han salido del ERTE desde marzo nunca volverán a sus empresas.
Ahora, no sólo es que el ritmo de empleados regresando a sus puestos de trabajo haya disminuido, es que los ERTE aumentan de un mes a otro, según los datos de paro registrado y afiliación que publicó ayer miércoles el Gobierno. De hecho, fue el pasado mes de octubre cuando subieron los ERTE por primera vez desde abril, pero el Ejecutivo no había dado a conocer el dato definitivo de octubre hasta ayer.
ERTE reincidentes
Las razones de este repunte han sido los cierres de hostelería y servicios que han llevado a cabo muchas CCAA por el aumento de los contagios entre octubre y noviembre. Por tanto, otra vez, los empresarios se han visto obligados a declarar un ERTE. Además, en octubre entraron en vigor los tres nuevos ERTE que aprobó el Gobierno a finales de septiembre y que han empezado a convivir con los de fuerza mayor-covid. Se trata de los ERTE por impedimento, los ERTE por limitación y los que incluyen a los sectores ultraprotegidos. Esto explica las cifras incompletas de octubre.
En noviembre sabemos que hubo 326.296 personas afectadas por un ERTE de fuerza mayor estándar y 420.604 trabajadores dentro de los nuevos ERTE, que tienen exoneraciones más bajas. Estos últimos se distribuyen entre 218.380 personas dentro de los sectores ultraprotegidos y 79.232 en ERTE de impedimento y 117.064 en ERTE de limitación. En total hacen los 746.900 afectados.
Una factura de 19.000 millones
El aumento de los ERTE agudiza la inquietud en el SEPE. El sindicato de funcionarios CSIF ha advertido de "la preocupación de las plantillas ante la subida de afectados por expedientes de regulación temporal de empleo". Además, "la complejidad en la tramitación de los ERTE está provocando cientos de miles de incidencias, lo que supone un incremento de peticiones de citas de atención presencial en las unidades de este organismo para solventarlas, y que se están ampliando los plazos de dicha atención hasta los tres meses", denuncian en un comunicado. "A pesar de esta avalancha de expedientes en las oficinas del SEPE, el Ministerio de Trabajo sigue sin poner en marcha las medidas que venimos demandando desde CSIF para mitigar los retrasos", que son la contratación de más funcionarios y la ampliación de la jornada de tarde para el conjunto de la plantilla, "de manera universal y voluntaria".
Pero a pesar de que los ERTE no cuentan como parados ni para el Gobierno ni para las estadísticas, los datos de desempleo y afiliación de noviembre tampoco han sido nada buenos. En términos interanuales el undécimo mes del año se ha saldado con 354.877 afiliados menos y 653.128 parados más. En términos mensuales, noviembre suma 25.269 parados, la mayor subida en ese mes desde el año 2012, y 31.638 personas, la mayor subida mensual desde 2006. Hay que tener en cuenta que los ERTE sí cuentan como afiliados a la Seguridad Social, por lo que los buenos datos son sólo un espejismo.
Hasta ahora, el gasto del Estado en prestaciones por desempleo asociadas a estos ERTE alcanza los 13.392 millones de euros y el Gobierno prevé cerrar el año en los 14.000 millones. A esta cuantía habría que sumarle los 5.000 millones de euros que el Estado dejará de ingresar en 2020 por la exoneraciones de las cuotas a la Seguridad Social y la factura asciende a 19.000 millones de euros sólo este año. España tiene asignados 21.300 millones de euros del fondo europeo SURE para pagar los ERTE y el Gobierno ha extendido esta figura laboral hasta finales de enero. ¿Agotará nuestro país el fondo?¿De dónde obtendrá el dinero para pagar los ERTE si esto ocurre? "La financiación esta garantizada", se limitó a responder a Libre Mercado el número dos de Yolanda Díaz, Joaquín Pérez Rey, en la rueda de prensa habitual tras la publicación de los datos,.