Tras semanas de batalla interna el Ejecutivo ha cerrado un acuerdo consigo mismo para paralizar los desahucios de familias vulnerables hasta el final del estado de alarma en el mes de mayo. Según avanzan fuentes del Gobierno, el acuerdo se ha cerrado entre la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y el Ministerio de Transportes y Movilidad, José Luis Ábalos, pero no mencionan al vicepresidente, Pablo Iglesias, quien dio la semana pasada un ultimátum temporal de quince días para aprobar la paralización.
La letra pequeña permitirá la extensión en la prohibición de los desahucios hasta mayo. "Las familias vulnerables no podrán ser desahuciadas mientras no exista la posibilidad de que sean realojadas en una vivienda digna". Pero descarga la responsabilidad en las CCAA a quienes fija como "encargadas de ofrecer una alternativa habitacional que será siempre una vivienda digna", es decir, "no podrá ser un albergue".
Desde vicepresidencia del Gobierno explican que el lanzamiento de la vivienda no podría ejecutarse por tanto hasta que estas personas vulnerables "no tengan asegurado y garantizado el realojo" y estará a expensas de que "los servicios sociales concedan la condición de vulnerabilidad a través de un informe vinculante , que los tribunales tendrán que solicitar obligatoriamente en el caso de que los afectados aleguen vulnerabilidad".
Según Moncloa, la letra es más cercana al proyecto de PSOE que de Podemos porque también excluye el aspecto de los cortes de suministros que lo dejan para el departamento que dirige la vicepresidenta cuarta de Transición Energética, Teresa Ribera.
El decreto se aprobaría el próximo martes en el Consejo de Ministros aunque previamente tiene que pasar el filtro este jueves por la tarde de la reunión secretarios de Estado y subsecretarios.