En muy pocas ocasiones, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, menciona al Impuesto de Sucesiones cuando habla de la armonización fiscal. Montero siempre ha preferido poner como ejemplo a Patrimonio junto al mensaje de que su subida forzosa sólo repercutirá en las rentas más altas. Sin embargo, las herencias son un asunto delicado y de un gran coste político, que parece que el PSOE ahora está dispuesto a asumir.
En el pacto para los PGE, ni independentistas ni socialistas se han atrevido a poner por escrito el golpe fiscal que están preparando a las herencias, pero con las declaraciones de la ministra de Hacienda de este martes, cada vez está más claro que Sucesiones va a subir. Será en las regiones donde este tributo está prácticamente desaparecido para los familiares directos —como Madrid, Andalucía, Cantabria o Canarias—. Montero ya habla de que "a lo largo de los próximos meses" piensa llevar a cabo su ansiada armonización.
En España, "armonizar" es el eufemismo que los socialistas llevan años utilizando para intentar que las regiones que menos gravan a sus contribuyentes eleven la fiscalidad de los tributos que tienen cedidos, como el de Sucesiones, el de Patrimonio o el IRPF autonómico. Desde que fuera consejera de Hacienda en Andalucía, María Jesús Montero, se erigió como una de las mayores enemigas de las autonomías que favorecían con impuestos bajos a sus habitantes e, incluso, competían entre sí. De hecho, el equipo de Susana Díaz, con el apoyo de otros barones socialistas, no dudó en emprender una dura campaña contra la Comunidad de Madrid a la que señalaba de ejercer de "paraíso fiscal", que sigue activa a día de hoy y a la que también se han sumado los independentistas catalanes.
La armonización la ha "impulsado el Ejecutivo desde el primer día" ha reconocido Montero en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. La responsable de la cartera de Hacienda no ha dudado en admitir que su plan cosiste en impedir que las autonomías tengan demasiado bajos "básicamente Patrimonio, Sucesiones y Donaciones" porque han provocado "prácticamente su eliminación" y "deslegitimización" con sus bonificaciones. En el caso de Patrimonio, Madrid es la única región que lo tiene bonificado al 100%. "Los ciudadanos tienen que tener unas cargas fiscales homogéneas", ha exigido. Por supuesto, esa homogeneización de los impuestos será al alza.
"Se establecerán horquillas o márgenes"
Montero también ha defendido que haya regiones —como Asturias— que asesten duras mordidas a los familiares de los fallecidos. "Hemos sido testigos de que Sucesiones es imprescindible para sostener el estado de bienestar de algunas CCAA" y que "otras se ven obligadas a bajarlo" para parecerse a Madrid, aunque tengan menos ingresos. Aquí, se estaría refiriendo a Andalucía, que hace unos años tenía uno de los Impuestos de Sucesiones más altos de España y ahora lo tiene extinto. Lo que debería recordar Montero fueron las manifestaciones de contribuyentes que se produjeron por toda España a lo largo de 2017 y 2018, y cuya única petición consistía en que los políticos dejaran de meterle la mano en el bolsillo con este tributo. A partir de entonces, muchas regiones —incluidas las socialistas— rebajaron el impuesto a la muerte.
Sobre cuál será la hoja de ruta que seguirá el Gobierno para despojar a las CCAA del control de Sucesiones o Patrimonio, Montero ha avanzado que "se establecerán horquillas o márgenes" para asegurarse la recaudación estos tributos que, para ella, "están relacionados con la riqueza". Una opción sería que una región no pueda bonificar hasta una determinada cifra. La ministra no duda en que tiene autoridad para ello: "Patrimonio y Sucesiones son dos impuestos estatales donde el Gobierno de España tiene capacidad reguladora".
Sobre cuándo se llevará a cabo, Montero ha señalado que "el debate no se ha iniciado todavía, aunque pretende cumplir sus objetivos a lo largo de los próximos meses". Cuando Pedro Sánchez llegó al poder, se dispararon las consultas en los despachos de abogados por parte de contribuyentes que querían saber si era mejor donar en vida para salvaguardar sus herencias del posible sablazo. Tras la contundencia de Montero, es probable que vuelva a suceder.