Si algo está demostrando la gestión de la pandemia por parte de la Comunidad de Madrid es que otra forma de sacar adelante esta situación es posible. La única solución por parte del gobierno de España en la primera ola fue encerrarnos a todos en casa y provocar la mayor destrucción económica de todo el mundo, sólo superada por Perú y Venezuela.
Merece la pena echar la vista atrás y remontarse al mes de septiembre. Entonces España entera estaba libre de covid-19, con Madrid en niveles similares (e incluso inferiores) a lo que anotan hoy otras muchas autonomías. Entonces, términos como "bomba vírica" o "madrileñofobia" se adueñaron de varios medios mainstream, mientras pedían la intervención del gobierno de España para corregir la que entonces se consideraba como una gestión deficiente.
Ayuso era entonces un islote en medio de la tormenta perfecta. Tanto es así que el pasado 9 de octubre Pedro Sánchez elaboró un decreto para el estado de alarma ad hoc para la Comunidad de Madrid. Una maniobra política, sin criterios sanitarios objetivos y sin consenso tan siquiera en el seno del Consejo Interterritorial.
Mientras la maquinaria mediática de Moncloa se cebaba sobre la capital de España, Ayuso predicaba en el desierto: estrategia de test masivos, confinamientos selectivos y quirúrgicos, y las limitaciones estrictamente necesarias para la actividad económica.
Hoy, menos de dos meses después, Madrid es la región con menor incidencia de la covid19 de la península y Ayuso continúa liderando la gestión de esta pandemia:
Sanidad
Primero dijeron que los buenos datos de Madrid eran por la falta de test. Hoy, a pesar de la baja incidencia, la Comunidad de Madrid hace más test por cada 100.000 habitantes que la media de España, es la que más test de antígenos hace de toda España (duplicando los que hace la segunda región, que es Cataluña) y tiene la tasa de positividad más baja de toda la península.
También criticaron los aviones de material sanitario y la falta de recursos disponibles. Y, sin embargo, la tasa de sanitarios infectados de la Comunidad de Madrid es del 10,7%, frente al 17,4% de media en España y al 35,6% y al 39,4% de regiones como Aragón o Castilla-La Mancha, ambas gobernadas por el PSOE.
Por no hablar de la innumerable cantidad de veces que ha demostrado que tenía razón, en contra del criterio del inexistente comité de expertos del gobierno de España. Ahí queda la construcción del hospital de IFEMA, alabado por la OMS y por la Presidenta de la Comisión Europea; la importancia de los test de antígenos en las labores de diagnóstico temprano, la necesidad de hacer test en los aeropuertos y, por último, la capacidad de aumento de test a través de las farmacias, avalada también por la Unión Europea.
Ayuso ha liderado la pandemia en términos sanitarios, pero también económicos. Ha bastado ceder las competencias de gestión de esta segunda ola para demostrar que un confinamiento domiciliario no es necesario, ni mucho menos masivo como ocurrió en marzo.
Economía
El PIB de Madrid creció un 25,5% en el tercer trimestre del año, frente al 16,7% de media en España… A pesar de que la segunda ola de covid-19 apareció en Madrid durante el verano y en el resto del país ha comenzado en octubre.
Madrid lleva 2 meses consecutivos creando 1 de cada 3 empleos a nivel nacional. Es decir, la recuperación del mercado laboral va cogiendo más forma que en el resto del país, a pesar de que el turismo aún está lejos de verse reactivado.
Además, Madrid continúa siendo líder en creación de empresas. Según el INE, en los ocho primeros meses del año se crearon en la región 11.599 nuevas sociedades mercantiles, el 23,1% de todas las empresas creadas en el país en ese periodo. Es decir, 1 de cada 4 nuevas empresas constituidas en España ha sido en Madrid. Tanto es así que en la capital se han constituido 48 empresas diarias en la capital.
Los indicadores coyunturales aún reflejan datos de septiembre, por lo que esta mejoría aún no se ha trasladado por completo a nivel macroeconómico, pero sí que existen indicios positivos, por ejemplo, en la matriculación de vehículos, que crece un 1,7% en términos interanuales y un 15,5% para los camiones y furgonetas. El consumo de combustibles también crece en niveles cercanos a doble dígito (8,6% mensual), lo cual refleja una revitalización de la actividad incluso en lo peor de la segunda ola.
En definitiva, todos los que han puesto de ejemplo reacciones como las de Suecia, Corea del Sur o Taiwán en la gestión de la primera ola de covid-19 ya tienen su réplica. Además, en España y de la mano de la capital. La Comunidad de Madrid ha demostrado que se puede doblegar la curva sin destrozar la economía ni los proyectos profesionales de millones de personas.
Ayuso tenía razón: otra gestión es posible. La dicotomía entre salud y economía no existe.