La vacuna contra el coronavirus de la multinacional estadounidense Pfizer ha sido la primera en ser anunciada de manera oficial con una efectividad demostrada, según la compañía, del 90%, muy superior a la prevista.
Ante este anuncio, el mundo entero ha recobrado la esperanza de volver lo antes posible a la normalidad y las bolsas han subido con fuerza. Por el contrario, el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, aprovechó la ocasión para criticar a la "ultraderecha" y apelar a la sanidad pública como la única salvadora de la pandemia.
Esperanzadora noticia sobre la vacuna de Pfizer.
Cuando hayamos vencido al virus, no olvidemos que nos salvó la responsabilidad individual, la sanidad pública y universal y la ciencia... mientras la (ultra)derecha pedía privilegios fiscales, recortes y libertad para contagiar.
— Pablo Echenique (@pnique) November 9, 2020
Tras las palabras de Echenique, muchos internautas le recordaron que la vacuna de Pfizer no ha recibido dinero público para su desarrollo, por lo que la verdadera solución al coronavirus estaría emergiendo desde el sector privado.
En este sentido, es preciso tener en cuenta que esta vacuna ha sido la única que se ha desarrollado sin ningún tipo de subvención o financiación pública. La propia compañía ha invertido los 2.000 millones requeridos para hacer las pruebas y ampliar la capacidad de fabricación de la vacuna. Eso sí, su socio alemán BioNTech sí ha recibido 375 millones de euros del Gobierno de Merkel para la investigación contra el coronavirus. BioNTech no fue la única. Su competidora CureVac obtuvo 252 millones.
"Si recibes dinero de alguien viene con cadenas"
El CEO de Pfizer, Albert Bourla, explicó en una entrevista en septiembre que su compañía había rechazado la financiación pública para el desarrollo de la vacuna contra la covid "para librar a sus científicos de cualquier burocracia". "Cuando recibes dinero de alguien, siempre viene con cadenas. Quieren ver cómo vamos a progresar, qué tipo de movimientos vas a hacer. Quieren informes. No quería tener nada de eso", agregó el directivo.
They literally have a deal to get a ton of money from the government.
— Swoletariat (@RealSwoletariat) November 9, 2020
Asimismo, Bourla comentó, en una entrevista publicada esta semana por Axios, que prescindir de la financiación pública "no fue una decisión fácil". "Miro hacia atrás y estoy muy feliz de haber tomado esta decisión porque tuvimos los resultados mucho más rápido que si no estuviéramos libres de cargas. Y cada día cuesta 1.000 vidas solo en Estados Unidos".
Además, el CEO quiso mantener a Pfizer lejos de la política: "No acepté dinero, no solo del Gobierno de EEUU, sino tampoco de otros gobiernos que lo ofrecieron". Por último, Albert Bourla aseguró que, aunque quiere que la vacuna sea rentable, los precios no serán muy caros: "Son tiempos excepcionales".
El triunfo de la globalización
Una de las reacciones más relevantes tras el anuncio de la vacuna por parte de Pfizer ha sido la publicada por el prestigioso economista Johan Norberg en su cuenta de Twitter, quien señalaba que, pese a que muchos creyeran que la covid-19 iba a suponer el fin de "la globalización y el neoliberalismo", lo que realmente está ocurriendo es todo lo contrario.
El sueco recalcó que "la vacuna ha sido creada en tiempo récord por una gran farmacéutica que declinó subsidios públicos, basándose en una tecnología desarrollada por una empresa alemana, fundada y dirigida por un inmigrante turco".
How it started:
"Covid-19 is the end of globalism and neoliberalism"
How it's going:
Vaccine created at record speed by big pharma that declined government subsidies, based on tech developed by a German biotech company, founded and led by Turkish immigrant.
— Johan Norberg (@johanknorberg) November 9, 2020
La venta de las acciones de Bourla
Por otro lado, ha llamado la atención que Bourla se desprendiera del 61,8% de sus acciones en la compañía farmacéutica el pasado lunes, coincidiendo con el anuncio por parte del laboratorio sobre la eficacia de la vacuna, según consta en los registros de la Comisión del Mercado de Valores (SEC). El máximo ejecutivo de Pfizer procedió el pasado lunes a la venta de un total de 132.508 acciones de la compañía a un precio unitario de 41,94 dólares, lo que equivale a 5.557 millones de dólares (4.727 millones de euros).
El viernes anterior al anuncio por parte de Pfizer de los esperanzadores resultados de los ensayos de su vacuna, las acciones de Pfizer habían despedido la sesión en 36,40 dólares, más de un 13% por debajo del precio de venta de las acciones de Bourla. Tras la operación, el consejero delegado de Pfizer mantiene de forma directa un paquete accionarial de 78.273 títulos en la compañía, además de otros 3.539 de forma indirecta.
Asimismo, los registros de la CNMV estadounidense confirman también la venta por parte de Sally Susman, vicepresidenta de Pfizer, de un paquete accionarial de 43.662 títulos a un precio unitario de 41,94 dólares, lo que equivale a un total de 1.831 millones de dólares (1.557 millones de euros). Susman mantiene en la compañía una participación directa de 108.096 acciones y controla de manera indirecta otros 708 títulos de Pfizer.
La operación estaría avalada por la regla 10b5-1 del mercado de valores estadounidense, que fija las condiciones para que los ejecutivos de empresas cotizadas puedan operar sin infringir las normas sobre el uso de información privilegiada.
En este sentido, la compañía farmacéutica indicó que la transacción había sido autorizada con antelación por Bourla el pasado 19 de agosto en el marco del programa de administración de acciones de la firma.