La hostelería agoniza en España mientras avanza la pandemia de coronavirus. Las restricciones y cierres decretados en las diferentes CCAA, así cómo el miedo a los contagios —que ha hecho disminuir sobremanera la clientela de los bares y restaurantes que continúan abiertos— tienen en jaque a los negocios. Según los últimos datos de Seguridad Social, la hostelería fue el sector que más empleo destruyó durante el pasado mes de octubre, con 85.000 afiliados menos, y también, el que más quiebras protagonizó. Tanto es así, que según Axesor, los concursos de acreedores se dispararon en esta rama de actividad un 59% en el décimo mes del año.
Dentro de este drama, solo hay un área que ha conseguido mejorar los números por la pandemia: el reparto a domicilio. Según constatan plataformas como Deliveroo o Glovo, durante estos meses, el número de bares y restaurantes que han empezado a trabajar con estas compañías se ha disparado. Pero ahora, las diferentes Administraciones parecen empeñadas en impedir que los consumidores reciban en casa los platos que no pueden —o no quieren— consumir en el local.
El estado de alarma de marzo decretó un cerrojazo total de bares y restaurantes, aunque se hizo una excepción con el servicio delivery, que siguió funcionado con normalidad y, en muchos casos, con más clientela. Sin embargo, en plena segunda ola del coronavirus, las últimas restricciones de las CCAA están incluyendo al reparto de comida a domicilio, lo que ha indignado al sector que más beneficiado salió del eslogan "quédate en casa".
Cataluña, País Vasco, Andalucía...
Telepizza ha sido una de las últimas empresas en criticar unas medidas "que están impactando gravemente y sin justificación en el sector de la hostelería y la restauración", alerta la firma en un comunicado emitido ayer martes.
La compañía denuncia que Andalucía, con el cierre obligado de las actividades no esenciales a las seis de la tarde haya "limitado el servicio de reparto hasta las 10 de la noche". País Vasco ha cerrado directamente toda la actividad del sector de la hostelería y restauración y sólo permite el servicio de entrega a domicilio y take away (recogida en tienda) hasta las nueve de la noche. Otro ejemplo es el de Cataluña, que con todos los locales clausurados también ha puesto el tope en las 10 de la noche. Estos horarios son insuficientes para cubrir las cenas en España y no parecen responder a ningún criterio sanitario. Una excepción la encontramos en Castilla y León, que aunque también tiene clausurada toda la actividad del sector de la restauración, sí que permite los servicios de entrega a domicilio hasta las 12 de la noche.
Por todo ello, la cadena de pizzerías reclama que "el servicio de entrega a domicilio se reconozca como servicio esencial en toda España, al igual que lo fue durante el primer estado de alarma, para garantizar una vía de actividad para el sector, que se ha demostrado, no sólo segura, sino que contribuye a frenar los contagios al limitar los desplazamientos y favorecer que los ciudadanos estén más tiempo en sus domicilios".
Piden su extensión a las 12 de la noche
En la misma línea que Telepizza fueron Hostelería España, Adigital y Marcas de Restauración en otro comunicado. Estas patronales recuerdan que "ni siquiera durante el parón de la Semana Santa, en el que la mayoría de las actividades económicas se vieron abocadas a suspender su actividad, se limitó la posibilidad a los restaurantes de hacer reparto a domicilio. Asimismo, en la fase 0 de la desescalada, se permitió también el servicio de recogida por cliente para consumo en domicilio sin restricción horaria. Ello obedecía al propósito de minimizar el contacto y los desplazamientos".
Las patronales del sector claman para que las CCAA "reconsideren las limitaciones" y "valoren la ampliación del horario de reparto a domicilio hasta las 12 de la noche, de manera homogénea en todo el territorio nacional, salvando así la franja de la cena", ya que la mayoría de pedidos de comida a domicilio se produce en la cena (aproximadamente 35% de los pedidos se realiza entre las 21h00 y las 00h00), explican. Además, demandan "que las normas que se adopten contemplen y aclaren el horario máximo para la aceptación de pedidos, fijándose en las 12 de la noche, permitiendo la realización de los últimos pedidos, así como la movilidad de los profesionales de reparto hasta la 1 de la mañana para realizar las últimas entregas y volver a su domicilio".
Añaden que "estos meses se han hecho esfuerzos por la transformación digital para incorporar estos sistemas en el servicio y no se entendería que ahora no se mantuvieran. También ponen como ejemplo a Italia, Francia, Alemania o Reino Unido, que en los últimos días han anunciado "medidas severas que incluyen el cierre de la hostelería y los confinamientos de la población y todos, de manera general, han exceptuado el reparto de comida de las restricciones".
El Gobierno pone el foco en los 'riders'
Mientras las CCAA ponen trabas a la comida a domicilio, el Gobierno también prepara un golpe al sector con la Ley Rider. La intención de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, es que los repartidores dejen de ser autónomos y pasen a ser contratados por las plataformas, lo que ha hecho estallar a centenares de riders que quieren seguir trabajando por cuenta propia porque así se organizan mejor sus tareas y pueden ganar más dinero, como ya publicamos en Libre Mercado.
Por otro lado, el Ministerio de Seguridad Social decidió también ayer extender la prestación por cese de actividad a los autónomos de la hostelería obligados a cerrar en las CCAA. Para cobrar la paga, los establecimientos no deben realizar entregas a domicilio ni recogidas, lo que podría provocar el efecto perverso de desincentivar a los hosteleros a continuar con estas actividades.
Hostelería España alerta de que el coronavirus amenaza con hacer desaparecer 100.000 de los 300.000 establecimientos hosteleros que hay repartidos por todo el territorio nacional. Según ATA, entre septiembre y octubre se han perdido más de 8.000 autónomos en la hostelería, estos son 140 autónomos menos al día.