Golpe a los conductores que usen diésel. El Gobierno ha avanzado este martes que el proyecto de Presupuestos de 2021 incluirá la subida de los impuestos a este carburante que el PSOE lleva preparando desde su llegada a La Moncloa. Como ya avanzó Libre Mercado, aunque no lo mencionaban, en el apartado de "fiscalidad verde", que mandaron a Bruselas hace unas semanas, el Ejecutivo de Sánchez podría intentar colar la subida del diésel que ya incluyó en el borrador de los fallidos PGE para 2019.
El sablazo a los conductores consistirá en la reducción de la bonificación del diésel para su equiparación con el gravamen de la gasolina. Supondrá un incremento del precio del gasóleo de 3,8 céntimos por litro para los consumidores particulares. Según los cálculos del Gobierno, la subida fiscal detraerá 3,4 euros al mes del bolsillo de los conductores medios -las que hacen unos 15.000 kilómetros al año-. Así, el tipo estatal del diésel pasará de 30,7 a 34,5 céntimos por litro.
La única excepción de la decisión del Ejecutivo socialista la tiene el gasóleo profesional y bonificado, que no tendrá variación.
Aunque la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha atrevido a asegurar que esta subida de impuestos "no tiene carácter recaudatorio", el Gobierno pretende embolsarse 500 millones de euros gracias a los conductores. Justifica esta subida en "seguir las recomendaciones de la UE y la OCDE en materia de fiscalidad ambiental".
Montero ha dicho que "hay que cambiar nuestros hábitos de consumo" con el diésel, pero parece olvidarse que son las rentas más bajas las que tienen más dificultades para cambiar de coche y a las que más les va a perjudicar esta subida de los carburantes.