Las elecciones presidenciales están a la vuelta de la esquina y la campaña anti-Trump se ha recrudecido en el maistream mediático estadounidense, en un 80% caracterizado por editoriales afines a los demócratas. Apenas se ha dado cobertura a los escándalos de Joe Biden y su hijo Hunter Biden. A cambio los norteamericanos asisten al desfile de las fundadoras de Black Lives Matter (BLM), Alicia Garza, Patrisse Cullors y Opal Tometi, quienes han lanzado innumerables fake news contra el presidente republicano calificado como "un peligroso supremacista blanco. El presidente más racista de los EEUU", según han señalado en decenas de ocasiones las promotoras de la organización marxista financiada por grandes compañías y el Partido Demócrata.
Entre las noticias falsas divulgadas por BLM se encuentra uno de los temas estrella más comentados: el desempleo afroamericano. Alicia Garza habla de "pobreza racializada" ya que, según su teoría, "el racismo que experimentan los afroamericanos en el mercado laboral es consecuencia de que la población negra "experimente una tasa de paro del 40%". Además, indica que el racismo en Estados Unidos es causante de la falta de acceso a viviendas asequibles y la carencia de seguros médicos. "Nuestros presupuestos no reflejan nuestra moral. El racismo es un mecanismo clave en la cultura y la sociedad de EEUU, que ha impedido a la nación lograr la igualdad política y social y la justicia económica", ha insistido la justiciera social una y otra vez en sus múltiples apariciones en prensa y en su cuenta oficial de Twitter.
Pero las cifras reales, y no las que publica BLM, echan por tierra los dogmas de fe y la prédica de las izquierdistas pro-Maduro y seguidoras de la asesina supremacista negra Assata Shakur. Sin ir más lejos el Departamento de Trabajo en EEUU publica la tasa de paro de la población negra durante el mandato del "supremacista blanco Donald Trump" y, desde luego, hay que decir que poco tienen de racistas, más bien reflejan todo lo contrario.
Menos paro que con Obama
En los primeros 22 meses de gobierno de Trump, antes del impacto del coronavirus, la tasa de paro se situó en un 3,5% en febrero de 2020, el porcentaje más bajo en medio siglo. El desempleo afroamericano fue del 6,8%, la cifra más baja desde 1972. Hubo un millón más de puestos vacantes que personas desempleadas lo que permitió elevar los salarios, suponiendo un crecimiento de hasta un 3% interanual.
El político republicano ha logrado bajar la cifra del paro afroamericanos heredados por Barack Obama. Hay que tener en cuenta que Barack Obama llegó a ser reelegido en 2012 incluso con un desempleo del 7,8% en vísperas de las elecciones. Nunca se escuchó a algún izquierdista americano acusar de racista a Obama por la cifra de desempleo de los ciudadanos negros que dejaba, sin embargo, Donald Trump, el presidente que ha conseguido reducir esa cifra como ningún otro mandatario norteamericano lo ha hecho, es tachado poco menos que de integrante del Ku Klux Klan, grupo, por cierto, perteneciente al pasado histórico del Partido Demócrata y sus líderes. El mundo al revés.
Pero a las jefas del BLM no les interesa enfrentar estos datos que rompen con la narrativa del "racismo sistémico", que tantos adeptos y financiadores les está proporcionando. Tampoco hablan de los datos actualizados del paro que indican que el desempleo afroamericano también está cayendo drásticamente. Si bien, la pandemia en Estados Unidos provocó la destrucción de 20 millones de puestos de trabajo, ahora ya se han recuperado más de la mitad. La tasa de desempleo ha experimentado un descenso de cinco décimas en septiembre, hasta situarse en el 7,9% después de haber alcanzado durante la primera ola de coronavirus el 15%.
En cuanto a la tasa afroamericana ha descendido del 13% al 12,1%, bajando así 9 décimas. Para los blancos, el desempleo bajó tres décimas, del 7,3% al 7%. Para los hispanos, el paro se redujo del 10,5% al 10,3%, según el Departamento de Trabajo de EEUU en los últimos datos publicados de septiembre. Para ser un presidente racista lo está haciendo fatal.
Trump explica que el bajo desempleo logrado durante su gobierno ha sido gracias a la "reducción de impuestos, eliminación de burocracia y facilidad para el libre mercado", y ha desmentido en reiteradas ocasiones las acusaciones de las creadoras del movimiento BLM. "He hecho más por los afroamericanos que cualquier presidente desde Abraham Lincoln", ha subrayado. Palabras que han sido fuertemente aplaudidas por destacados republicanos negros y el movimiento Blexit que lidera la afroamericana Candace Owens, el azote del socialcomunismo americano y rival declarada de Alicia Garza y su equipo.
Lejos de estas políticas, que también han elevado los ingresos de las minorías raciales, aumentando la renta de la población negra en un 7,9% durante el año 2019 y la de los hispanos en un 7,1%, se sitúan las propuestas izquierdistas de BLM para paliar la supuesta "desigualdad de los afroamericanos y la guerra contra ellos". Veamos.
El argumentario de las creadoras del movimiento por las vidas negras se rige por una idea que gritan a los cuatro vientos cada vez que les dan un micrófono, ideas que los alcaldes demócratas siguen a pies juntillas: desfinanciar a la policía para invertir en subsidios para la comunidad afroamericana. Es decir, victimizar a las minorías con el consiguiente empobrecimiento que supone la dependencia de ayudas estatales, en lugar de encontrar un empleo con el que prosperar.
En esta línea, Cullors ha exigido que el dinero gastado en la policía debe ser invertido "en miles de millones de dólares en subsidios para los negros. Tenemos un presidente racista que miente demasiado", remató.
Y al igual que las dirigentes de la organización ignoran a conciencia las cifras de las instituciones americanas, tampoco se las oye debatir sobre abominables tasas de desempleo en Venezuela. Cabe recordar que las propietarias de BLM son fieles a la izquierda chavista. Opal Tometi ha aparecido con Nicolás Maduro fotografiada y brindándole todo su apoyo en las elecciones. Fue en 2015 cuando la cofundadora dio una charla ante el Left Forum (foro de izquierda), el congreso anual más grande de la izquierda internacional. Garza, por su parte, apoyó a Hugo Chávez cuando se alzó con con la presidencia. Ya en 2011, en el mismo foro, aparece Alicia Garza como conferenciante haciendo referencia a su claro compromiso con la internacionalización del marxismo.
Teniendo en cuenta la crisis humanitaria que devora a los venezolanos, con más del 50% de la población en desempleo, según el FMI, y una población hundida en la miseria e intentando sobrevivir a condiciones de extrema pobreza, cabe preguntarse, ¿es esto lo que quiere BLM para Estados Unidos? Pues sí, según las intenciones declaradas de sus líderes, Venezuela, por muy disparatado que parezca, sería un ejemplo a seguir.