El pasado fin de semana, Telemadrid entrevistó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con ánimo de evaluar la situación sanitaria de la región tras cinco semanas de mejoras que han permitido doblegar la curva de la segunda ola de contagios de covid-19. Una de las respuestas de Ayuso ha llamado la atención de la izquierda política y mediática, que se han lanzado en tromba contra la máxima responsable del gobierno autonómico.
Preguntada por el número de profesionales que serán destinados al nuevo hospital de emergencias de Valdebebas, Ayuso dejó claro que aún no hay una cifra concreta y que, incluso si la hubiese, no le corresponde a ella establecerla, sino a la dirección de recursos humanos de la Consejería de Sanidad. Esta obviedad se ha convertido, curiosamente, en la nueva obsesión de la izquierda política y mediática, que no han dudado en atacar a Ayuso por negarse a dar un dato preciso.
De hecho, como la mandataria apuntó que los refuerzos se harán partiendo de los médicos y enfermeras que ya están en la red, los ataques vertidos contra Sol en las últimas horas acusan a Ayuso de desmantelar el personal de otros hospitales para dotar de sanitarios al nuevo centro de Valdebebas.
Sin embargo, la campaña contra la presidenta madrileña tiene las patas muy cortas. Como ha explicado a Libre Mercado la Consejería de Sanidad, el nuevo Hospital de Pandemias y Emergencias Isabel Zendal funcionará con personal de otros hospitales donde, a su vez, se establecerán refuerzos para suplir todos los traslados.
Así, si un doctor del Hospital Gregorio Marañón o una enfermera del Hospital Clínico San Carlos se incorporan al Isabel Zendal, la Consejería de Sanidad incorporará a nuevos efectivos sanitarios en tales hospitales. Dichas contrataciones serán más intensas cuando el Isabel Zendal enfrente "picos" de actividad, algo bastante probable mientras sigamos viviendo nuevas "olas" de contagios por coronavirus. Por otro lado, cuando la presión en el Isabel Zendal vaya a menos, estos sanitarios podrán ser reasignados de vuelta a sus anteriores hospitales de trabajo.
"Este hospital es distinto a uno normal, de modo que no tiene sentido pensar que hay una cifra mágica de contratados… Habrá, como es lógico, un equipo directivo estable, de reducida dimensión, y luego tendremos un hospital con un plan de funcionamiento ajustado a circunstancias y escenarios especiales que requieran este tipo de actuación sanitaria, caso de la pandemia actual. En la medida en que se trata de un complemento que dará soporte a los hospitales existentes, ampliando la capacidad total del sistema, podremos recurrir al Isabel Zendal con flexibilidad y adaptarnos a las circunstancias", explican fuentes oficiales consultadas por Libre Mercado.
En parte, esta forma de organizar los recursos humanos para asegurar el correcto funcionamiento del nuevo hospital guarda una clara similitud con los procesos desplegados durante la primera ola, cuando fue necesario levantar un hospital de campaña en IFEMA. También entonces hubo un refuerzo en el número de efectivos de la sanidad madrileña ya que, conforme se sumaban más sanitarios a IFEMA, los demás hospitales veían aumentada su plantilla.
Así, en el mes de enero había 74.300 contratados por la Comunidad de Madrid pero dos meses después, coincidiendo con el estallido de la covid-19, esta cifra rondaba los 80.200. Ahora mismo, el aumento total de efectivos asciende a 10.000 sanitarios.
Por lo tanto, la campaña contra Ayuso es absurda por partida triple: en primer lugar, no hay una "cifra mágica" de contratados, puesto que la situación dependerá del grado de ocupación del nuevo hospital; en segundo lugar, no hay un efecto sustitución, sino un refuerzo de plantillas, porque los traslados al Isabel Zendal serán suplidos con nuevos efectivos en sus centros de origen; y en tercer lugar, hay un claro precedente, el de IFEMA, que se saldó con un aumento, no una reducción, de 10.000 sanitarios en la nómina total de la administración regional.
Prácticamente listo
El nuevo hospital, ubicado en Valdebebas, ha sido levantado por decenas de empresas especializadas en obras públicas e infraestructuras sanitarias. Los trabajos empezaron a finales de julio y a comienzos de noviembre podría estar en funcionamiento. La inversión total será de 52 millones de euros, cifra que equivale al 0,25% del presupuesto regional.
En total, el hospital ocupa 80.000 metros cuadrados. Habrá tres pabellones, cada uno de 10.500 metros cuadrados, en los que se desplegarán modularmente unas 1.000 camas de hospitalización, amén de una sección con medio centenar de camas UCI y de ingresos críticos. El antiguo edificio de la Ciudad de la Justicia también formará parte del complejo, haciendo las veces de morgue.