A partir del 1 de enero de 2021 buena parte del parque automovilístico español puede registrar un incremento considerable de los precios debido a un cambio en el tramo impositivo. De hecho, el 50% de los vehículos verá disparar su precio debido al vencimiento de la moratoria concedida por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo concedida en septiembre de 2018. En aquella ocasión, se aplazó la entrada en vigor del nuevo protocolo de emisiones WLTP.
Esta nueva normativa que, de no posponerse de nuevo, se implantará nada más arrancar el próximo curso. La WLTP sustituirá a la NEDC para proporcionar datos más precisos sobre el consumo de combustible de cada vehículo y sus emisiones de CO2 reales. Esto hace que el precio del impuesto de matriculación se vea afectado de manera directa.
La WLTP solo afecta a los vehículos nuevos que salgan al mercado ya que se trata de una prueba más exigente. Hasta ahora, la NEDC sometía a condiciones idílicas a los distintos vehículos para hacer una estimación sobre su consumo real y las emisiones del coche, pero la nueva normativa –vigente en toda Europa– lo que hace es medir otras características que, al parecer, darán una estimación más fidedigna de lo que consume cada modelo en concreto.
En este sentido, la nueva normativa también afectará al número de coches exentos de pagar el Impuesto de Matriculación. Con la WLTP, entre un 10% y un 20% de los coches que hasta ahora no pagaban este tributo, pasarán a hacerlo desde el próximo 1 de enero, según la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam).
Si bien es cierto que se trata de una normativa europea enfocada a que el cliente conozca mejor el consumo real de su vehículo, los países de nuestro entorno han aplicado reformas para que su instauración no tenga un impacto fiscal fuerte. En España, según El Economista, el Gobierno trabaja en un Plan de Impulso a la Cadena de Valor del Sector de la Automoción dotado con 3.750 millones de euros para reformar la fiscalidad relativa a este sector. Aunque, lo cierto es que por el momento no hay nada seguro y, no haber una reforma o una nueva moratoria, el 50% de los vehículos nuevos verán aumentar su precio.
Según explican desde Terranéa Correduría de Seguros, "los modelos propulsados por diésel serán los más afectados con un incremento del 36% en las emisiones homologadas. Esto supone que se aumentan las emisiones de CO2 en 34 gramos por kilómetros. Los vehículos con motor de gasolina también verán cómo sus emisiones aumentan en un 30%, lo que se traduce en 36 gramos más de CO2 por kilómetro". En total, el precio podría subir hasta un 4% en los coches nuevos.