Paola Seregni pensó que era una broma cuando el director general del SEPE, Gerardo Gutiérrez Ardoy, se puso en contacto con ella el pasado mes de mayo. La compañía de organización de eventos en la que trabaja la había mandado a un ERTE por la declaración del estado de alarma, pero cuando llegó el momento de cobrar, Paola se encontró con que no le habían ingresado la prestación. Como tantos cientos de miles de españoles.
Indignada por el impago del SEPE, la mujer empezó a reunir más casos como el suyo para ver si conseguían hacer presión y cobrar cuanto antes. Así, creó la plataforma Afectados ERTE en Twitter. A través de esa cuenta, los damnificados intentaban resolverse las dudas unos a otros, se daban consejos o, simplemente, aprovechaban para desahogarse por la caótica organización de los Servicios Públicos de Empleo. Por suerte para Paola, aunque ella tampoco estaba cobrando la prestación que le correspondía, disponía de ahorros para salir adelante, al contrario que muchos de los dramáticos testimonios con los que se encontraba. "Recuerdo una familia que tuvo que vender el coche para darle de comer a sus hijos porque no les pagaban el ERTE; otra, también con niños, a los que les quedaban 9 euros en la cuenta del banco para pasar el mes; una mujer maltratada que tuvo que huir sin nada... Ha sido tremendo", cuenta Paola a Libre Mercado.
Que Afectados ERTE se hiciera eco de sucesos tan trágicos como estos llamó la atención del máximo responsable del SEPE, que le pidió a Paola "si le podía enviar los casos de las personas más vulnerables por correo". La mujer aceptó. Sin quererlo, se había convertido en el enlace del SEPE con la vida real. "Pero gratis", aclara, "que yo nunca les he pedido nada, ni tampoco ellos a mí me lo han ofrecido".
Así, altruistamente, con la única vocación de ayudar a todas esas personas que, en medio de una pandemia, estaban en sus casas sin trabajar y sin ingresar un sólo euro del ERTE que les correspondía, Paola se puso a trabajar para el SEPE. Enfadada, destapa como en mayo "el Gobierno dijo que se habían pagado todos los ERTE, pero claro, se pagaron los ERTE tramitados dejando en el olvido los ERTE no tramitados, que éramos aproximadamente 1 millón".
Día y noche respondiendo mails
Y Paola se puso manos a la obra. Primero, aconsejó abrir un email y el Sepe creó el miprestacion2020@sepe.es. Aún así, a todos los que seguían escribiendo a afectadoserte01@gmail.com, ella les enviaba unas instrucciones básicas para llevar a cabo el trámite. "Recibía una media de 250 emails cada día", relata.
"De lunes a domingo, contestando Whatsapp a las 12 de la noche", esta salvadora de los afectados de los ERTE no daba abasto, porque incluso llegaba a llamar por teléfono a los casos más graves. "Paralelamente, cada noche, enviaba el formulario de los afectados vulnerables a un subdirector del SEPE que me indicó el director general. El formulario constaba de los datos de cada afectado más su breve caso familiar. De esta forma, yo aplicaba un pequeño filtro y pasaba solo los casos urgentes". Ese formulario llegó a contener unos 30 casos nuevos cada noche.
"La mayoría eran familias con menores de edad, ambos padres en ERTE o paro, sin recursos ni ayuda de nadie, con deudas de alquiler y suministros. En definitiva, familias al limite y muy vulnerables", relata. Paola captaba a estas familias en Twitter o Facebook, "donde había muchos grupos que hablaban del tema". Invertía "horas y horas" en buscarles, contactaba en privado con ellos y les pedía más detalles de su historia. "Sé más que un funcionario. Podría meterme en cualquier oficina del SEPE a trabajar", bromea.
Que una sola persona haya realizado este titánico esfuerzo por mejorar el pago de una prestación pública, cuando el SEPE tiene a unos 7.000 empleados en plantilla, demuestra hasta dónde llega la ineficacia de la Administración. En todo este tiempo, Paola se ha encontrado con "todo tipo" de funcionarios. "Los hay muy buenos y otros no tanto". A todos les pediría "un poco más de empatía con la gente, que al final ellos tienen su sueldo asegurado a final de mes y los de los ERTE, no".
Más de 700.000 personas en ERTE todavía
Y mientras tanto, "el email del SEPE se colapsaba, la gente se quejaba…", pero cada día que pasaba, Paola aprendía a moverse mejor por la web del SEPE. "Los afectados me pasaban fotos de las incidencias, yo reconocía los errores cada vez más rápido y les daba solución", cuenta. Su nivel de compromiso era tal, que hasta consiguió que una asesoría y varios abogados privados le resolvieran muchas de las dudas también gratis. "También el SEPE me dio una formación express. Que de diez veces el SEPE la caga siete, pero las gestorías también meten la pata. No sólo es su culpa", aclara.
Por mucho que Yolanda Díaz siguiera insistiendo en que se habían pagado todos los ERTE en España, al contrario que las versiones que daban los gestores administrativos o los propios funcionarios del SEPE, Paola también sabía que no era verdad. "A partir de finales de junio la gente seguía sin cobrar o les habían dado de baja en el ERTE erróneamente", recuerda. Por eso, se le ocurrió poner en marcha el Formulario de los Invisibles y de los Errores, que todavía sigue pasando cada semana al SEPE con los datos personales de los afectados. A día de hoy, quedan 728.909 personas todavía en un ERTE en España y los errores no cesan. De hecho, el Ministerio de Trabajo ha decidido que para prorrogar estos ERTE hasta el próximo 31 de enero se tienen que tramitar todas las prestaciones de nuevo, lo que amenaza con otra oleada de impagos. Pero Paola no piensa pagar hasta que todo el mundo cobre.