Las medidas de control de la covid-19 ya surten efecto en la Comunidad de Madrid. La región gobernada por Isabel Díaz Ayuso ha registrado 27.662 positivos en los últimos siete días, lo que supone una reducción del 3% con respecto a las cifras de la semana anterior, cuando se diagnosticaron 28.465 contagios.
De hecho, aunque a mediados de agosto llegaron a darse crecimientos del 80%, hace dos semanas ya se registraba una subida menor, del 40%, y la semana pasada se dio un aumento un 50% más bajo, del 20%. Ahora, el descenso semanal del 3% que reportan las cifras de los siete últimos días confirma la mejoría anticipada por Libre Mercado.
Hay, además, otras buenas noticias. Se ha ralentizado un 66% el crecimiento de los ingresados, pasando de 591 entre el 14 y el 20 de septiembre a 264 entre el 21 y el 27 de septiembre. De igual modo, en las camas UCI ocupadas por enfermos de covid-19 se observa igualmente una ralentización del crecimiento, que se desacelera un 11% durante la última semana. Y, comparando los dos últimos fines de semana, vemos que ha descendido un 9% el número de nuevos ingresos, pasando de 1.077 en los días 18, 19 y 20 a 985 en los días 25, 26 y 27.
Predecir la curva
¿Podemos predecir, mirando adelante, cuál será la evolución de la curva de contagiados? El modelo predictivo de la evolución de la covid-19 desarrollado en Estados Unidos por el Institute for Health Metrics and Evaluation ha demostrado ser uno de los más avanzados a la hora de analizar las tendencias que sigue la pandemia en los distintos países del mundo. Si aplicamos dicho modelo a la CAM, podemos ver que la situación está estabilizándose y en vías de mejora.
La primera variable que preocupa a los expertos es la estimación de evolución diaria de los contagios. El modelo del IHME parte de que el número real de contagios está por encima de la capacidad de diagnóstico, de modo que cada día se estarían produciendo alrededor de 7.000 infecciones por encima de las estimaciones oficiales. En cualquier caso, aun partiendo de esa estimación más pesimista, el pico de la propagación se daría en torno al 4 de octubre, fecha a partir de la cual se invertiría la tendencia.
El periodo de incubación del virus implica que el ritmo ascendente de los contagios se traslada con cierto decalaje a la presión del sistema hospitalario transcurridos unos 10-15 días. Como puede verse en el siguiente gráfico, el punto máximo de demanda de camas de hospital y UCI se daría en torno al 20 de octubre, para después reducirse de forma paulatina. No hay que olvidar que la gravedad de los contagios registrados en Madrid es más baja que en el resto de España, puesto que el ratio de hospitalizados vs positivos para la última semana arroja un 1,9% en Madrid y un 5,6% en España, un diferencial del 66%.
De igual manera, la estimación de fallecidos diarios por covid-19 anticipa una curva de pendiente ascendente hasta el 20 de octubre, con un crecimiento cada vez más ralentizado que permitiría invertir la curva a partir de esa fecha. De nuevo, se estima un decalaje de 15 días asociado al periodo medio de incubación de la enfermedad, motivo por el cual el pico de contagios es anterior al de hospitalizados y al de fallecidos.
En los tres indicadores evaluados anteriormente se puede apreciar una notable diferencia entre la primera y la segunda ola de contagios, puesto que el pico observado en las proyecciones de contagiados, hospitalizados y fallecidos es por lo menos tres veces más bajo ahora que hace seis meses. Estos cálculos favorecen una estrategia de adaptación como alternativa a un nuevo confinamiento que hundiría más aún la economía y comprometería de este modo la capacidad de sostener financieramente el sistema sanitario.
Por otro lado, si comparamos el pico de fallecidos por habitante que se espera para Madrid con las proyecciones para el resto de comunidades autónomas, el modelo del IHME revela que la estimación que se plantea para otros territorios es similar o peor que para de la región de la capital de España. Es el caso de Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Navarra o País Vasco, donde la incidencia letal de la covid-19 sería algo más tardía pero igualmente preocupante, si no más, que la de Madrid.