Los autónomos están siendo uno de los colectivos más castigados por la crisis del coronavirus. Los contagios, los confinamientos, las restricciones y la pérdida de clientela amenazan con convertir en una pesadilla la llegada del otoño.
La situación es tan preocupante que uno de cada dos autónomos, unas 1,6 millones de personas, asegura que su facturación ha caído por encima del 60%. Esta es una de las escalofriantes cifras que se extraen del sexto Barómetro que la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) ha prebendado esta semana. Además, el 12,5% de los autónomos, unos 370.000, tienen todavía sus negocios cerrados, de los que el 7,7% asegura llevar con su negocio cerrado desde el pasado mes de marzo, por lo que les va a ser muy difícil remontar.
Además de la pérdida de clientela, la morosidad continúa siendo un importante problema para muchos trabajadores por cuenta propia. En este barómetro uno de cada tres autónomos asegura que la sufren, de los que 16,9% hablan de morosidad por parte de empresas privadas exclusivamente. En estos casos, herramientas como Infocif, que cuentan con información completa de todas las empresas que operan en España, son muy útiles para realizar exhaustivos análisis de riesgos.
La morosidad genera muchos problemas de liquidez en los autónomos, que tienen mucho más difícil obtener financiación que empresas más grandes. Consultados los autónomos en este aspecto, al 27,4% de los autónomos se le ha concedido la financiación, de los que al 18,6% ésta les fue concedida sin problemas y al 8,8% se les concedió, pero en un importe inferior al solicitado.
En el lado contrario se encuentran los que la han solicitado pero se la han denegado (un 14,8%). Un 4,9% de los autónomos que sí la han solicitado siguen a la espera de respuesta. Y un 15% la solicitará en breve.
El próximo mes de octubre, los autónomos que pidieron un crédito ICO del Gobierno al principio de la crisis deben de empezar a amortizarlo -si firmaron 6 meses de carencia-, pero muchos de ellos no van a poder afrontar el primer pago. Por tanto, una lista infinita de autónomos tendrá que recurrir al banco para pagar su propio crédito o bien, a otras formas de financiación no bancaria, como Gedesco, que es la más grande de España y que puede suponer el único salvavidas que les quede.
En octubre también se termina la prohibición de despedir por los ERTE. Tal y como recogemos en Libre Mercado, como ya avisó el presidente de ATA, Lorenzo Amor, en Es la Mañana de Federico de esRadio: "Desde el 1 de octubre vamos a vivir un ERE silencioso" en España.