Los Presupuestos Generales del Estado diseñados por la Administración Rajoy en 2017 siguen en pie tres años después y podrían alargar su vida un año más si el gobierno de Pedro Sánchez vuelve a ser incapaz de alcanzar un acuerdo parlamentario suficiente para sacar adelante sus propias cuentas y evitar una nueva prórroga del marco diseñado por el anterior gabinete del Partido Popular.
En los próximos meses debería esclarecerse el escenario presupuestario para 2021 pero, mientras tanto, los segmentos de contribuyentes que más pueden verse afectados por esta cuestión ya están alterando sus decisiones económicas para minimizar el impacto que tendría la subida de impuestos que, a priori, desean aprobar PSOE y Podemos.
Este fenómeno ya se observó a finales de 2018 y 2019, cuando los asesores fiscales reconocieron que estaban recibiendo muchas consultas de empresas, rentas altas o familias de clase media preocupadas por la posibilidad de que se introduzcan nuevas subidas impositivas a partir del próximo curso.
Por el flanco de las grandes empresas, la posibilidad más estudiada es la de adelantar el pago de dividendos obtenidos en el extranjero, puesto que el gobierno quiere reducir un 5% la exención fiscal que gozan estos beneficios foráneos. La medida puede suponer un golpe de 1.775 millones de euros y situaría a España en un escenario de doble tributación, puesto que estos caudales que ahora pasarían a las arcas de la Agencia Tributaria provienen de rentas que ya han pagado impuestos en el país en que han sido generadas.
Las rentas altas también vigilan estos posibles cambios en las normas fiscales, sobre todo porque los tramos superiores del IRPF podrían aumentar en 2021 si se cumple lo pactado en el acuerdo de gobierno de PSOE y Podemos. Por otro lado, también preocupa la posibilidad de que el Impuesto de Patrimonio sea reforzado durante el próximo curso, de manera que también se detecta la activación de ciertas estrategias orientadas a rotar la titularidad de activos, liquidar ciertas posesiones, sacar riqueza al extranjero, etc.
También la clase media mueve ficha y, de acuerdo con las cifras de los últimos años, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones se observan cada vez más herencias transmitidas en vida, por miedo a que las circunstancias fiscales presentes puedan deteriorarse en el futuro. En este sentido, también se observa un mayor número de donaciones en los últimos meses del año, ante la incertidumbre que genera la posibilidad de que este tributo pueda ser "armonizado".