El pasado mes de marzo, el ministerio de Trabajo decretó la prohibición de realizar despidos durante un periodo de seis meses. Aunque la norma no es aplicación universal, puesto que admite ciertas excepciones, lo cierto es que sí tiene carácter general, de modo que las cifras de empleo de los últimos meses han estado "infladas" por esta restricción gubernamental que expira a partir de octubre.
Las cifras del paro para el mes de agosto constatan que el desempleo es superior al observado antes de la pandemia en más de medio millón de personas. Sin embargo, el grueso de tales bajas se dieron mediante la no renovación de contratos que expiraban en el segundo o tercer trimestre, mientras que el grueso de los casos restantes han sido canalizados a través de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Sin embargo, el periodo de prohibición de despidos decretado por el departamento de gobierno que dirige Yolanda Díaz está a punto de vencer y, con ello, se espera un nuevo repunte en las bajas anunciados por las empresas, al hilo de las malas cifras macroeconómicas que viene registrando nuestro país desde que estalló la pandemia de la covid-19.
Los ERE ya subían antes de la covid-19
Los despidos colectivos realizados a través de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) vienen de subir un 54% en 2019. En los dos primeros meses de 2020, la cifra total de afectados por estos procedimientos saltó otro 37% con respecto al año anterior. La prohibición generalizada de realizar despidos ha hecho que la escalada se frenase entre marzo y septiembre, pero la cosa puede cambiar a partir de octubre.
No hay que olvidar que, según las estimaciones del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos, unos 300.000 asalariados que hoy se encuentran en una situación de ERTE pueden pasar a un ERE en los próximos meses, ante la imposibilidad manifiesta de reincorporar a tales trabajadores que enfrentan las empresas más afectadas por la pandemia.
Trabajadores de las divisiones laborales de los principales bufetes de abogados confirman a Libre Mercado que las consultas no han parado de crecer durante las últimas semanas. Ante la perspectiva de una crisis larga, que puede prolongarse hasta 2023 o 2024 según informes de Freemarket CI, Fitch o Funcas, las empresas quieren ajustar plantillas para sobrevivir el ciclo bajista.
Por lo tanto, las perspectivas laborales para el último trimestre se alejan cada vez más de la expectativa de un "rebote" con forma de "V" y empiezan a reflejar el peor de los escenarios posibles para el empleo.